Después de 9.826 kilómetros pedaleados y 66 días de competición, Andrey Amador inicia sus vacaciones en territorio nacional, pero desde ya piensa en lo que será su novena temporada en el ciclismo profesional.
El rutero costarricense variará su calendario en el 2017.
De nuevo irá al Giro de Italia, a esa vuelta grande que tanto le gusta, que disfruta, que lo llevó a ganar una etapa en 2012 y que durante esta campaña le permitió sentir el honor de vestir la maglia rosa de líder general durante una día.
Lo que cambiará es la agenda previa a la Corsa Rosa .
“Si todo sale bien es un hecho que voy al Giro. Voy a hacer un poco el mismo inicio de temporada, pero voy a quitar las clásicas. Correré País Vasco o Vuelta a Cataluña y de clásicas, solo haré Flandes, después de eso quiero una buena concentración de altura. Previo al Giro, iré a Romandía y con eso espero llegar a tope”, manifestó el rutero tico.
Las clásicas siempre le han llamado la atención y se desenvuelve bien en adoquines, pero optó por suprimirlas pensando en figurar en la ronda italiana.
“Yo en mi caso sé que ganar es muy complicado por la dureza de lo que es el Giro, pero sí me siento capaz y sé que puedo hacer podio mejorando totalmente el peso y, por eso es el cambio, quitando las clásicas que me entorpecen un poco este tema del peso”, explicó Amador.
Por su altura y su contextura, el capo del ciclismo tico pasa en una lucha constante con la báscula, ya que siempre lucha por mantenerse en unos 70 kilos.
Días atrás, el colombiano Nairo Quintana dijo que si en esta temporada no le afectó correr el Tour de Francia y la Vuelta a España, para 2017 no le desagrada la opción de ir al Giro y al Tour.
Si fuera así, Amador no tendría tanta libertad como pasó en los últimos dos años, en los que terminó en el listado de los mejores diez hombres de la general en la ronda italiana.
El año pasado, Andrey fue cuarto y en esta campaña culminó en la octava casilla.
Al tico no le desagrada la idea de trabajar para Nairo, como en 2014, cuando el cafetero se coronó monarca de la Corsa Rosa .
“Si fuera así, creo que sería de gran ayuda porque se iría a pelear la general con él y como siempre, al final, total disposición de mi parte para echar una manita en lo que haga falta”, apuntó.
Y añadió: “ El Giro es mi carrera, aunque para este nuevo año me gustaría hacer alguna más y centrarme bien”.
Andrey llegó ayer a Costa Rica. Debido a la neblina, su vuelo lo desviaron, aterrizó en Liberia y de una vez se quedó en la playa con su novia, Laura Segú. Antes de Navidad volverán a Europa.