En una noche llena de fútbol, música, pólvora y ese espíritu solidario para ayudar a los niños en su lucha contra el cáncer, los 90 Minutos por la Vida contaron con un show de magia especial, a cargo de esas jugadas de cuatro leyendas.
Wílmer López con la 6 de Alajuelense, Víctor Núñez con Herediano, Bernal Mullins con Cartaginés y Alonso Solís con Saprissa. Los cuatro jugaron de nuevo con sus equipos.
Fueron minutos inolvidables, de emociones y tensiones, pero aportaron lo suyo en el espectáculo.
Se jugaban cinco minutos del duelo entre Alajuelense y Cartaginés y desde las gradas se escuchó tremenda algarabía. ¿Qué pasó?
Wílmer López salió del banquillo para calentar de una vez. El Pato estaba ahí, junto al preparador físico y cuando se percataron, junto a ellos se encontraba la mascota de San Carlos, haciendo los mismos ejercicios.
Al otro lado estaba otra leyenda que desempolvó los tacos. Era Bernal Mullins, el 17 de Cartaginés que volvería a sudar la camisa brumosa.
Minuto 13 con 53 segundos y se escuchan los aplausos en el Estadio Nacional cuando se ejecuta la primera variante, con la salida de Aarón Suárez y el ingreso de Wílmer López.
Un minuto después, Diego Sánchez le dio espacio a Bernal Mullins.
Ambos hicieron de las suyas. El brumoso aún tiene velocidad y lo demostró en una ocasión. Posteriormente, Mullins confesó que él mejenguea con frecuencia en un equipo de veteranos en Cartago.
“Tratamos de jugar cada 15 días, la idea es mantenerse, uno no puede dejar el fútbol y hay que estar ahí siempre jugando“, citó Bernal Mullins.
A él le daba risa cuando distintos periodistas le decían que físicamente parece un jugador de Primera División.
“Trato de mantenerme y eso me permite correr, jugué 15 minutos y creo que me faltaron minutos. Me hubiese gustado jugar un poquito más, pero así estaba la actividad y creo que lo que hicimos, lo hicimos bien”, citó.
El pasado 17 de diciembre, el Pato había dado una clase magistral de toques de primera intención, siempre bien dados.
El ídolo de la Liga lo hizo en la despedida de Bryan Ruiz y lo repitió esta vez en la cancha del Estadio Nacional. Esa magia en sus botines sigue intacta.
Aplaudido, el Pato salió en el minuto 23. Cuando entró, le dieron la banda de capitán, pero cuando se marchó del juego, se le olvidó devolvérsela a Giancarlo González.
”En todo lo que podamos colaborar, encantados y aquí estamos. Yo no había tenido la oportunidad de jugar en este Estadio Nacional y es impresionante. Ojalá hubiera sido así el Estadio Nacional en el tiempo cuando yo jugaba. Es un estadio espectacular, la gramilla, el ambiente, el sonido, la gente, todo”, expresó Wílmer López.
Como es característico en él, entre risas dice que quedó contento con laa cuatro bolas que tocó.
“Es que es lo de uno, uno no va a venir a hacer lo que nunca hizo. Uno físicamente no está a la altura del resto del equipo, pero disfrutamos y colaboramos”, comentó el Pato.
En el siguiente duelo, Alonso Solís entró en el minuto 14, con la 10 de Saprissa y en lugar de Warren Madrigal; mientras que Víctor Núñez sustituyó a Gabriel Leiva en el minuto 17.
”Fue bonito volver a jugar, pero lo más lindo es ayudar a una noble causa, creo que uno como exjugador cuando le piden que venga a una actividad como esta tiene que venir con demasiada felicidad y estoy tranquilo y muy contento, porque vine a aportar mi granito de arena“, comentó Mambo Núñez.
Él también quedó con las ganas de jugar un poquito más. Sin embargo, lo que les habían dicho es que eran apenas 10 minutos.
“Aún así estuve un poquito más y la verdad que muy contento de ser parte de esta edición de los 90 Minutos por la Vida”.
Quien no dio declaraciones fue Alonso Solís, pero se notó que disfrutó lo que volvió a jugar con la ‘S’ y para la afición también resultó bonito verlo de nuevo en la cancha. Cuidó su rodilla, para no verse en problemas, pero tocar el balón fue una sensación que sin duda extrañaba.
Las cuatro leyendas aportaron lo suyo, como en los viejos tiempos, cuando cada uno hacía y deshacía apenas pitaba el árbitro,