Ariel Soto comenzó la etapa de preparación con Alajuelense para el Clausura 2019 el pasado 18 de diciembre. Foto: Carlos González / Agencia OjoPorOjo (CARLOS GONZALEZ CARBALLO.)
Ariel Soto afirma que hoy entiende a varios jugadores que muchas veces se le acercaron para aconsejarlo y que por la inmadurez y la inexperiencia propias de la juventud, él no supo escuchar sus palabras.
Con mucha sinceridad, el defensor admite que muchas veces se ha puesto a pensar qué sucedió para que su carrera diera un giro que no esperaba.
Tras horas de reflexión durante mucho tiempo, él mismo cayó en cuenta de que se marchó de Liga Deportiva Alajuelense porque no supo lidiar con una serie de situaciones que acarrea el fútbol y hoy se considera el único responsable de lo que pasó, según confesó el domingo pasado en el Estadio Nacional, al finalizar los 90 Minutos por la Vida.
Hoy, lucha con todas sus fuerzas intentando que Luis Diego Arnáez le dé la aprobación para quedarse en el primer equipo de los manudos.
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Soto jugó el torneo pasado con el Once de Abril en la Liga de Ascenso, donde fue el capitán y cumplió con la labor que le encomendaron, de guiar a esa camada de cachorros con edad de alto rendimiento que actúan en la Segunda División.
El gerente deportivo de los manudos, Javier Delgado, explicó a La Nación que el zaguero inició este periodo de reacondicionamiento con Alajuelense porque dos equipos de la máxima categoría estaban interesados en él, y que será en este mes cuando se tome la decisión de qué pasará con el futbolista.
Según Soto, su salida de Alajuelense no fue en sí por aquella expulsión del 23 de diciembre de 2015 en la final de ese Invierno contra Saprissa, en el Morera Soto, en la que los morados fueron campeones.
“Siempre trabajé al 100%, siempre di el máximo cuando me tocó jugar en la cancha. Algunos piensan que fue por la expulsión en la final de hace años, pero es que uno está anuente a que pase eso, es fútbol y uno nunca lo hace con la intención de perder o de perjudicar al equipo. Lamentablemente me tocó a mí, aprendí, son cosas que le tocan pasar a uno en la vida y lo que toca es aprender y seguir”, citó Soto.
Ese día fue la última vez que jugó con Alajuelense, una noche en la que fue señalado como el villano y a los pocos días de perder esa final, Raúl Pinto decidió despedir al técnico Hernán Torres.
Por recomendación del asistente Darío Sierra, el defensor se marchó al fútbol cafetero con el Boyacá Chicó, donde jugó 15 partidos.
“Me voy porque yo venía de préstamo de Colombia, donde pasó una situación y se dio ese finiquito y quedé libre de la Liga, no hubo un malentendido. Me fui en buenos términos y de ahí mi regreso”, comentó.
Ariel Soto asegura que si se queda en la Liga se verá a un jugador muy distinto. Fotografía: Carlos González / Agencia OjoPorOjo (CARLOS GONZALEZ CARBALLO.)
Soto retornó a Costa Rica y jugó con la UCR y Carmelita. Paulo César Wanchope lo llevó a Cartaginés, donde no actuó y luego la dirigencia rojinegra lo contrató para el Once de Abril.
“Uno nunca debe cerrar las puertas en un equipo que se las abrió y lo tratan bien como lo ha hecho la Liga, hasta el momento me siguen tratando igual y les tengo un gran cariño, llevo estos colores y aquí estoy para defenderlos”, apuntó el jugador.
Y agregó: “Ya me conocen, saben lo que puedo dar, lo que soy, por ahí cuando estuve por acá tuve algunos pasos de inmadurez que los he mejorado y creo que eso me ha ayudado a volver acá”.
Al consultársele a qué se refería, Soto respondió: “Tal vez la indisciplina y mi vida privada, eso fue uno de los fallos que no quise acatar en dichos momentos cuando estuve en la Liga y que me llevaron a eso, pero gracias a Dios, esta es una segunda oportunidad”.
Durante estas semanas, a Ariel Soto se le ha visto muy esforzado en los trabajos con Alajuelense. Fotografía: Carlos González / Agencia OjoPorOjo (CARLOS GONZALEZ CARBALLO.)
El lateral izquierdo confiesa sentirse feliz al tener la oportunidad de luchar por un cupo de nuevo y en cada práctica trata de demostrar que quiere quedarse en Alajuelense.
“Tal vez por mi edad lo tuve todo muy rápido y tal vez hacía oídos sordos. Cuando estuve fuera, yo me sentaba a pensar en mi casa y decía que por qué no valoré esos comentarios de los compañeros que se me acercaban y me aconsejaban eso, que ahorita los entiendo y los comprendo”, detalló.
Pero asegura que uno de sus propósitos siempre ha sido retornar a la Liga.
“A mí nunca se me fue la ilusión de volver acá, creo que uno cuando está en equipos pequeños valora el estar acá y entonces yo le doy gracias a Dios por lo que pasé, porque me enseñó a valorar las cosas y ahora valoro el estar acá, que es lo que importa ahora, trabajar para poder quedarse acá”.
Aparte de lo sucedido en aquella final, la afición rojinegra tiene muy presente el recuerdo de una fotografía que circula en Internet, donde Soto se ve con una gorra de Saprissa en un palco de la casa eriza.
“Eso de la gorra fue una broma que me hizo un excompañero cuando estaba en Carmelita, pero obvio que la gente lo tomó para mal. Mi cariño hacia la Liga es muy grande y tengo tatuado un león en alusión a este club”, apuntó.
El Clausura 2019 comenzará el fin de semana y en Alajuelense aún no le han comunicado qué pasará con él.
“De momento no sé nada, yo sigo trabajando y estoy a las órdenes del profe, hago mi trabajo como me lo piden y ya vendrá lo que la dirigencia y el profesor decidan, lo estaré esperando”, indicó.
Soto tiene contrato con el Once de Abril y espera que en los próximos días se defina su futuro. Eso sí, si le dieran esa segunda oportunidad que quiere, promete que se verá un Ariel muy diferente.
A sus 26 años, dice que ya sentó cabeza y que esta vez demostrará que la inmadurez quedó en el pasado.
“Pueden esperar un mejor jugador en la madurez, creo que la madurez no la regalan, eso hay que pasarlo en la vida y que esperen un jugador que entregue todo por estos colores, porque quiero quedar campeón con la Liga. Es algo que ansiamos, tenemos cinco años de no serlo y sería muy bonito para el centenario quedar campeones”, afirmó.
Además, nunca se había sentido tan cerca de retornar como ahora.
“Esta oportunidad no se tiene dos veces, vino otra vez a mí, Dios me la puso. Ahí está, queda en mí y estoy trabajando duro para quedarme. Ya he trabajado con ellos, saben lo que soy, tal vez no es más fácil, pero saben todo de mí, saben lo que yo doy dentro del terreno de juego y hay que trabajar porque es en la cancha donde se ganan las cosas”.
Si se queda, su misión sería competir con Christopher Meneses en la banda izquierda.
“Es una competencia sana y creo que cuando hay competencia sana en los equipos se logran buenas cosas”, subrayó.
Por su parte, Javier Delgado dijo que en esta semana tendrá una reunión con Arnáez y con Fernando Ocampo, en la que tomarán algunas decisiones sobre movimientos en el club y una de ellas será qué va a pasar con Ariel Soto.
Alajuelense debutará en el Clausura 2019 el próximo domingo, a las 3 p. m., en Guápiles contra Santos.