Hace casi cinco años Gloriana Villalobos acaparó la atención de los medios de comunicación y del país entero, al menos las personas que prestaron, aunque fuera, un poco de atención al Mundial Femenino Sub-17 realizado en Costa Rica.
Su movilidad en la media cancha de la Tricolor, visión de juego y capacidad para sortear rivales conquistaron a los aficionados y su nombre pasó a ser conocido.
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Gloriana Villalobos jugó el Mundial Sub-17 con apenas 14 años. (MANUEL VEGA Q.)
Aunque al combinado tico no le fue bien, ganó una jugadora para el futuro. De eso había seguridad.
Desde entonces la futbolista es infaltable en una convocatoria, pero a este momento, con 20 años, muchos hubieran pensado que estaría en otra situación.
Hace unas semanas, el técnico Juan Diego Quesada aseguró a este medio que la volante se estancó.
“Con lo poco que la he visto puedo decir que ha crecido, pero no como todo el mundo esperaba. Habían muchísimas expectativas en ella y ella tiene con qué. Tiene mucha calidad, pero no sé si por la ida a Estados Unidos o el tema del estudio no ha crecido desde el punto de vista táctico como se esparaba”, expresó Quesada.
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En Estados Unidos estuvo en la liga universitaria con Florida State. Ahí incluso salió campeona en diciembre de 2018. Cuando tenía vacaciones venía a jugar a Saprissa, así sucedió el año anterior, pero no regresó más.
Aunque no ha finalizado la carrera, decidió que lo mejor era volver.
De acuerdo a sus palabras no fue que la universidad la dejara de becar.
"Fue algo personal. La beca estaba ahí, fue algo que podía hacer para crecer como persona. Tengo metas que quiero hacer a futuro. La mejor decisión para cumplir mis objetivos era volver a Costa Rica", explicó.
Esto pese a que Estados Unidos es visto como un trampolín en el fútbol femenino, con una liga profesional en constante crecimiento y actualmente es el país campeón del mundo.
"Crecí como jugadora afuera y lo tomo muy tranquila. Fue una motivación ver que me fui tres años y ver cómo el fútbol ha crecido hasta ahora", agregó.
De acuerdo a las palabras de Quesada, a esta altura se esperaba que la jugadora estuviera en otra circunstancia, cerca de una liga profesional.
Ese sueño sigue intacto para la tica, por eso también eligió Herediano. Este lunes explicó que la posibilidad y buena experiencia de los rojiamarillos exportando futbolistas fue algo tomado en cuenta.
Desde que regresó al país es poco lo que se ha podido ver en cancha. Con Saprissa jugó los últimos partidos y su presencia siguió siendo importante, pero no cambió demasiado el destino de las moradas.
Con la Selección Nacional ya ha hecho historia. En el Mundial de Canadá 2015 se convirtió en la jugadora más joven en participar en una cita mayor en cualquier categoría de fútbol, con solo 15 años de edad. No jugó pero su presencia era un mensaje claro del talento.
También participó con el equipo en los Juegos Panamericanos 2019 en Lima, donde ganó la medalla de bronce. Antes de eso fue parte del premundial rumbo a Francia 2019, donde la Sele fracasó.
Previo a ese torneo, la FIFA la volvió a destacar como una figura de la Nacional.
Pero pese a que su nombre dejó de sonar tan fuerte en el país como lo hacía hace cinco años, sigue con su estampa de estrella.
Su talento es innegable, por algo se la pelearon dos equipos. El pendiente más inmediato es demostrar que está para algo por encima del balompié nacional.