El ataque de la Selección Nacional en la derrota ante Inglaterra (2-0) fue a cuentagotas. El software ruso de estadísticas InStat reflejó la deficiencia a la hora de ir al frente para poner en aprietos al rival.
Por ejemplo: de 14 intentos de contraataque, solo uno tuvo éxito; es decir, el 7%. Además, de 44 ataques elaborados con posesión de balón, solo cinco surtieron efecto (11%).
Si nos vamos a datos más globales: no se contabilizó ningún ataque por la izquierda del terreno de juego, pues de 20 oportunidades en ninguna se llegó a línea de fondo.
Por el centro se registró un 17% de efectividad, ya que de 18 ocasiones, tres terminaron en peligro. Mientras que por derecha: de las 20 veces en las que se atacó, en tres se llegó a algo al frente (15%).
Estas cifras reflejan un raquítico ataque tricolor frente a los ingleses, partido en el que se terminó con tres remates directos de siete acciones. El rival tuvo 10 disparos y cinco dirigidos al arco.
Luego de ver esto: ¿a qué se debe la falta de posicionamiento en el arco rival?
En criterio del técnico Marvin Solano hay factores claves: el rival tuvo superioridad numérica en medio campo, los laterales no subieron a línea de fondo, la transición efectiva fue muy poca y la salida desde la defensa fue lenta.
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“Normalmente tenemos inferioridad numérica en el medio campo, los contrincantes tienen más ese ida y vuelta que nosotros. Cuando salimos en ataque muchos jugadores se quedan atrás como los laterales”, comentó Solano.
El entrenador opina que la Nacional debe retomar la fórmula que le dio éxito en el triunfo 0-2 en Estados Unidos en la hexagonal.
“Si vamos a jugar un fútbol defensivo la clave es que en dos o tres toques estemos en el área rival y con clara oportunidad de gol, pero cuando atacamos quedamos partidos, eso permite no generar fútbol, falta movilidad y transición rápida que fue la clave en algunos partidos de la eliminatoria mundialista”, agregó.
Otro apunte de Solano es que el juego de los volantes ofensivos es horizontal cuando debería ser vertical para generar peligro.
“Vimos Joel pisando muy poco el área rival, sus regates fueron casi que en media cancha, sin producir al frente. Ahí hizo falta que lo acompañaran los laterales de la línea de cinco para sumar más gente al ataque”, agregó.
Además, para el timonel la salida de los defensores con balón dominado es lenta y eso le da dos ventajas al cuadro rival: la primera consiste en que el contrincante regrese al bloque defensivo de manera más rápida y la Sele no encuentre espacios; la segunda, que se le aplique a la Tricolor una presión alta como lo hizo España e Inglaterra.
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Los atacantes y volantes ofensivos presionaron arriba la salida de los defensores y el compromiso se efectuó en mayor cantidad de tiempo en tres cuartos de cancha de la Nacional.
Todos esos aspectos son los que debe pulir Óscar Ramírez con solo un fogueo internacional a disputarse este lunes ante Bélgica, a las 12: 45 p. m.
Para el Macho, la última jugada es la que falta por pulir: “la definición es la parte en que debemos tener más fineza”.
Al mismo tiempo que indicó que la Sele está “a un 80% del ritmo que queremos”.
Posterior a ese encuentro, Ramírez y compañía arribarán a Rusia para enfrenar la fase de grupos, en la que tendrá que verse las caras frente a Serbia, Brasil y Suiza.