Después de su brillante trayectoria en el fútbol activo, Wálter Paté Centeno Corea se apresta a iniciar su profesión de estratega en el cargo de director técnico de Puntarenas, en la Segunda División.
En su extenso trajín de mediocampista en el Saprissa, observamos en incontables ocasiones al Paté, conductor excelso de los hilos del juego morado, sentar cátedra en el reducido espacio del estadio Lito Pérez.
Y, bueno, dado que la vida continúa y enrumba a los seres por nuevos derroteros, le tocará ahora complacer desde el banquillo a la multitud de rostros enrojecidos, que se pegan a la malla en los cuatro costados del campo, destilando sus emociones.
Es harto conocido que la guillotina se activa fácilmente en los clubes del fútbol organizado en nuestro país.
Esto se debe a la impaciencia, casi generalizada, de sus dirigentes, representantes de una cultura resultadista de la que fue víctima Luis Diego Arnáez, responsable de la última campaña al mando de los chuchequeros en la división de ascenso.
Dígase lo que se diga, la gestión de Arnáez fue positiva en el equipo chuchequero, a pesar de que, finalmente, el Flaco no alcanzó el objetivo de ascender a la primera categoría.
En verdad, fue una lástima que se cortara el proceso que llevaba con su equipo esta figura legendaria del balompié y, además, excelente director técnico.
Lo cierto es que ahora será Centeno el timonel naranja; el nuevo intérprete de las cartas de navegación del Puerto, en pos de un destino que un pueblo entero anhela, pues si hay una región en la que el fervor futbolístico transpira identidad, esa es la puntarenense.
“Esto es… ¡Territorio de tiburones!”, solía tronar el vozarrón de Marco Espinach durante los juegos en la Olla Mágica.
Centeno asumirá el desafío en la próxima temporada de la Segunda División, con sus lugartenientes, Alonso Mariachi Solís y José Luis Puppy López.
En ese aspecto de la nueva aventura naranja, abrigamos dudas del rendimiento que alcancen sobre la gramilla dos veteranos, el Mariachi y el Puppy, pues el implacable dios del tiempo jamás perdona. Y suele pasar sus facturas.
De cualquier manera, deseamos un buen suceso al trío de exmorados en Puntarenas.
Ya se verá cuánto aportan y si consiguen aderezar, con picante y rico sabor, los ingredientes de una receta inédita: Paté con vigorón.