Su presencia en la cancha llegó a convertirse en un revulsivo para Saprissa en el torneo nacional. Sin embargo, ante Alajuelense su aporte no bastó.
La Liga logró dominar a los morados de tal forma que Kendall Waston quedó sin opciones como el “delantero” en balones parados y el gol de Christian Bolaños terminó siendo una alegría efímera.
El atacante anotó el 1-0 provisional de su equipo, dando la sorpresa en el Morera Soto y recordando su importancia en duelos de este tipo.
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Ahí estaba Saprissa, apoyado en la figura de la casa, de orgullo morado... parecía un inicio perfecto.
El último partido ante Cartaginés dejó claro que el conjunto de Tibás llegaba con otra cara a la final de la Liga Concacaf.
Y también era cierto que la prueba máxima estaba pactada ante los rojinegros, quienes lograron neutralizar la fortalezas tibaseñas.
Dos de esas principales fortalezas son Bolaños y Kendall. Es evidente que la S depende, en gran parte, de cómo les vaya a ellos.
A Waston esta vez le costó mucho trabajo imponerse en las alturas, y pese a eso fue la última apuesta de Wálter Centeno en la búsqueda de un empate que finalmente no llegó.
Sin ganar esos balones y con Bolaños ya disminuido, la parte ofensiva fue desapareciendo.
Los movimientos en el banquillo, con Marvin Angulo y Jimmy Marín, generaron el segundo tanto y una posibilidad importante, pero el funcionamiento como tal cambió poco.
Paté quedó atado de manos y el equipo se vio sin ideas.
En el primer tiempo Bolaños sí estuvo acompañado de un Daniel Colindres que disfrutó de sus mejores minutos en lapsos de la inicial.
El delantero viene en alzada, aunque sin llegar a ser la figura de años atrás y eso aún lo resiente el conjunto josefino.
Conforme pasó el tiempo, así fue disminuyendo la presencia morada en el área defendida por el arquero Leonel Moreira.
El equipo de hace dos jornadas se borró en la gramilla de Alajuela y ni el imponente físico de Waston pudo cambiar esa historia.
El zaguero subió a cada balón parado, y al final esa fue la estrategia: lanzarle pelotas para remontar, pero nunca encontró una ocasión real.
Saprissa buscó esa soñada igualdad con orgullo, mas no con suficientes recursos y finalmente eso se notó.