El Barcelona mantuvo su ventaja como líder gracias a su victoria 2-1 sobre el Sevilla (5.º), con un doblete de Paco Alcácer, este sábado en la jornada 11 de la Liga española. En este juego, Lionel Messi disputó su partido número 600 con la escuadra catalán.
En la clasificación, el Barça suma 31 puntos (diez victorias y un empate) y conserva su margen de cuatro unidades sobre el segundo, el Valencia, que unas horas antes había presionado al líder después de derrotar 3-0 al Leganés (8.º).
Tercero es ahora el Atlético de Madrid, que sigue a ocho puntos de la cabeza tras ganar 1-0 en el descuento en La Coruña, mientras que el Real Madrid (4.º) se ve provisionalmente desplazado a 11 puntos y está ahora obligado a ganar el domingo contra Las Palmas (19º), a la 1:45 p. m.
El líder es sólido y lo demostró. El primer gol del partido lo consiguió Alcácer, que rompió su sequía al 23′, en un contragolpe en el que arrancó al límite del fuera de juego y aprovechó un balón que no pudo cortar un defensa para plantarse cara a cara y firmar el 1-0.
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El Sevilla empató provisionalmente al 59′, con un remate de cabeza del argentino Guido Pizarro en un saque de esquina, pero Alcácer volvió a marcar, esta vez al 65′, metiendo un pie en el área para convertir en gol un balón colgado por el croata Ivan Rakitic.
Messi no pudo marcar en la noche en la que llegaba a 600 partidos oficiales con el Barça, el club de toda su vida. Solo tiene por delante a Xavi Hernández (767) y Andrés Iniesta (642).
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Al margen de la cuestión estrictamente deportiva, el partido sirvió como muestra de apoyo en el Camp Nou a los ocho políticos catalanes, entre ellos el vicepresidente destituido Oriol Junqueras, que el jueves ingresaron en prisión provisional tras la tentativa independentista.
Hubo una bandera gigante catalana desplegada en la grada, con la palabra “Justicia” en catalán e inglés, así como otras pancartas y gritos de “Llibertat” (“Libertad”, en catalán) durante el partido.