Resalto esta condición porque el TSE no siempre ha usado la misma metodología; por alguna razón ha variado en el tiempo. A diferencia de otros países, donde el Congreso define qué metodología usará para distribuir las curules entre las provincias o estados, aquí no existe tal norma y queda a criterio del TSE aceptar las recomendaciones del Registro Civil.
Como se observa en la tabla, si los resultados del próximo censo del INEC se asemejan a los proyectados para el 2021, ocurrirán variaciones significativas en la composición provincial del Congreso.
Según la metodología de residuo mayor (existen otras más sofisticadas que brindan resultados diferentes), Alajuela y Puntarenas ganarían un diputado y San José y Cartago perderían uno cada una.
Estos guarismos y cuándo se conocerán los resultados del próximo censo deben interesar bastante a, por lo menos, cuatro personas en cada partido.
La semana pasada, en Estados Unidos, fueron dados a conocer los números del censo más reciente. Nueva York, por 89 habitantes, perdió una curul.
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Por las proyecciones del INEC, no parece que será tan apretada la distribución. De todas maneras, me parece conveniente que contemos con un nuevo censo antes de las próximas elecciones y que el Congreso, tras un riguroso análisis, defina por ley qué metodología debe seguir el TSE para asignar las curules a las provincias.
Los guarismos electorales, por más aburridos que parezcan, traen consecuencias que, como mínimo, podríamos prever.
aurbinag@gmail.com
El autor es aficionado a guarismos electorales