En relación con una serie de comentarios publicados en las páginas de Opinión de La Nación , que se refieren a las diferencias de precios de medicamentos en diferentes farmacias, la Junta Directiva del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica (Colfar) quiere aportar a la discusión los siguientes aspectos.
En primer lugar, somos conscientes de que el medicamento no solo es un componente esencial para la atención de la salud, un símbolo del tratamiento, sino que, además, es una mercancía y un bien de transacción, un producto de la industria moderna y un objeto de comercio y de venta. Sin embargo, como la relación que el medicamento guarda con la salud en tan decisivo, se sobreentendido su trascendencia de “bien social”.
Debido a esta naturaleza de los medicamentos, debería contarse con mecanismos que promuevan y aseguren el comercio ético y los precios justos al consumidor final. No obstante, los medicamentos se rigen por un sistema de libre mercado que afecta ciertamente su precio.
En el Colfar hemos venido observando, con suma preocupación, la situación que acontece actualmente con los importes de los medicamentos en las farmacias privadas de Costa Rica. Esa preocupación nos ha llevado a analizar con detenimiento los factores que están provocando esa distorsión, con el fin de identificar mecanismos que favorezcan el acceso a las medicinas, que estas no sean tratadas como un producto más y que su precio no se vea afectado por fuerzas externas del mercado.
Buscando soluciones. Para llevar a cabo este ejercicio, la Junta Directiva de Colfar ha sostenido reuniones con todos los actores que intervienen en la comercialización de los medicamentos en Costa Rica.
Hemos contactado a representantes de la industria farmacéutica nacional y extranjera, personas que se encargan de tramitar el registro de productos farmacéuticos ante el Ministerio de Salud, representantes de las empresas distribuidoras de medicamentos, y asociaciones que representan a farmacias de las comunidades, tanto independientes como cadenas.
Asímismo, continuaremos con representantes gubernamentales y cualquier otro actor de relevancia en este tema.
Nuestro objetivo es contar con la información suficiente para emitir una posición sólida y coherente en relación con este complejo tema, que será compartida con todos los entes, privados y públicos, que tengan participación en las políticas de comercialización de medicamentos en el mercado costarricense.
La información brindada a los organismos de toma de decisiones, así como la que se da a los prescriptores y consumidores, debe contribuir a mejorar los resultados de los tratamientos más que a las ventas de estos productos.
Comprendemos el sentimiento de descontento y de desamparo que sienten las personas que han experimentado estas fluctuaciones tan marcadas de precios, pero queremos que tengan la certeza de que estamos, más que preocupados, ocupados por buscar alternativas que logren un justo equilibrio comercial y que aseguren, por sobre todo, la calidad en el servicio que el farmacéutico debe brindar a la población que acude a las farmacias del país.