La edición 2016 del Foro Económico Mundial (FEM) que se celebró en Davos, Suiza, en enero, tuvo como telón de fondo la presentación del libro La IV Revolución Industrial escrito por el director general y fundador del FEM, Klaus Schwab.
El libro dio lugar a la publicación por parte de especialistas del FEM del informe conocido también en esta edición del Foro: El futuro del trabajo: empleo, competencias y estrategia de la fuerza laboral para la IV Revolución Industrial.
Según Schwab, de entre los muchos desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad, uno de los mayores es cómo orientar la cuarta Revolución Industrial que comenzó a principios del presente siglo.
Dicha Revolución está jalonada por la inteligencia artificial, la Internet de las cosas, la impresión 3D, la robótica y la nanotecnología como disrupciones tecnológicas.
No cabe duda de que el nuevo proceso que enfrenta la humanidad trae aparejadas oportunidades y riesgos que es pertinente ponderar junto con las interrogantes que plantea como la reconsideración de las ideas sobre el desarrollo económico y social, la creación de valor, la privacidad y la propiedad.
Con una perspectiva de largo aliento, Schwab visualiza que el rumbo que tome esta Revolución Industrial dependerá de las personas, la cultura y los valores. Ante las amenazas que conlleva este proceso para cuestiones como el trabajo, la comunidad, la familia y la identidad que tradicionalmente han dado sentido a la humanidad, apela a conducir la Revolución a una nueva conciencia colectiva y moral basada en una concepción de destino en común y verdadera civilización global.
Consecuencias. Por su parte, el informe sobre el futuro del trabajo pone el énfasis en el análisis y consecuencias que se derivarán en el mundo laboral producto de esta cuarta revolución o economía del conocimiento, como la llaman otros.
El informe analiza las opiniones de 350 ejecutivos de empresas que pertenecen a nueve industrias en los 15 países de mayor desarrollo económico. Como resultado, se identifican las cinco tendencias tecnológicas más relevantes de la cuarta Revolución Industrial: Internet móvil y tecnologías en la nube (34%); avances en la capacidad de procesamiento y big data (26%); nuevas tecnologías y fuentes de energía (22%); Internet de las cosas (14%); y auge de la economía colaborativa y del compartir ( crowdsourcing ) (12%).
De la mayor trascendencia es que el informe identifica los cinco vectores demográficos y socioeconómicos asociados a estas tendencias: cambios en el ambiente laboral (pautas de trabajo flexible) (44%); ascenso de la clase media en mercados emergentes (23%); cambio climático global (limitaciones en el suministro de recursos naturales, transición hacia una economía de corte ecológico) (23%); incremento de la volatilidad geopolítica (21%); y, preocupaciones de los consumidores sobre la privacidad online (16%).
Esta tormenta transformadora impactará de forma directa en el mundo laboral, por lo que amerita una reflexión profunda de parte de gobiernos, empresas e individuos en todo sector y país para generar nuevos modelos y enfoques para la gestión del talento humano que superen prácticas rígidas y obsoletas propias de la superada Revolución Industrial.
Nuevo orden. el informe anticipa que para el 2020 habrá robots avanzados, vehículos autónomos, sistemas de inteligencia artificial y notables avances en biotecnología.
Prevé que para ese mismo año, el 35% de las habilidades que hoy día son importantes en el trabajador del conocimiento, habrán cambiado. Para entonces, las 10 habilidades más relevantes serán, en su orden: resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personal, coordinación con otros trabajadores, inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones, orientación al servicio, negociación, flexibilidad cognitiva.
Quizás de los pronósticos más dramáticos del informe es que anticipa que los cambios tecnológicos y demográficos mencionados destruirán más de siete millones de trabajos antes del 2020 en todo el mundo.
Dos tercios serán trabajos rutinarios de oficina; otro sector afectado será el de los empleados en procesos de fabricación y producción, que, sin embargo, cuentan con más margen para mejorar su calificación.
Aunque se espera crear en el mismo periodo dos millones de nuevos oficios, un dato que hay que tener en cuenta es que se relacionan con los campos de la informática, las matemáticas, las ingenierías y la arquitectura. De lo anterior se desprende que habrá menos opciones para los que no estudien ciencias.
De acuerdo con el Informe de Davos, si empleados y empleadores no abordan esta situación inmediatamente anticipándose al panorama descrito, el costo económico y social podría ser muy alto.
Solo el 53% de los directores de recursos humanos consultados por el informe confían en la estrategia de su empresa para gestionar adecuadamente los retos venideros en el mercado laboral.
La autora es internacionalista con especialización en habilidades gerenciales.