(¿Déficit mental, déficit moral o ambas cosas?) Un juez de la República ordenó, el martes pasado, el allanamiento de la Federación Costarricense de Futbol (Fedefutbol) por existir dudas razonables sobre los impuestos por pagar de resultas del partido con la selección de futbol de Argentina, el 29 de marzo pasado.
Eduardo Li, presidente de la Fedefutbol, respondió: “Es un show mediático, un nuevo circo del Gobierno' Es extraño que se haga esta diligencia en estos tiempos” (se refería a los partidos de futbol, en estos días, con Panamá y España). Tres errores monumentales y tres pifias soberanas en solo dos frases. Antecedente reciente: Tras diversos reportajes sobre las andanzas del diputado Jorge Angulo (PLN), conocido en todo el orbe, por 46 demandas reaccionó diciendo que él es víctima de “un linchamiento mediático”, lo que corroboró su abogado. Otros denunciaron, hace un tiempo, las sentencias y los juicios mediáticos. Al parecer, el problema en Costa Rica es la libertad de prensa o algún periodista, pues nadie es responsable de nada.
Según la honorable Asociación de Fomento Económico (ANFE), la de ahora, no la de antes (la de las ideas), Costa Rica es Costa RiSa, esto es, un país que da risa, del que, por lo visto, hay que salir huyendo de estampía. No hacía falta degradar a nuestro país ni mofarse de las personas para oponerse a un plan fiscal. La chabacanería del brazo del irrespeto. Déficit ¿de qué?
La canasta básica de los ticos está resultando tan nutrida que, al parecer, no hay pobres en nuestro país. Lo de siempre: los mismos de siempre se aprovechan de su amor por los pobres para meter la mano peluda y sacar provecho. Nuestro pueblo los llama cascarudos que, además, poseen el arte inigualable de no pagar impuestos. Pero ¡qué cosa más rara!: Conarroz lleva años de vivir a costa de los pobres con los precios del arroz y nada ha pasado, excepto que los pobres han pagado la cuenta en silencio, mientras Conarroz presiona con el bloqueo de las calles. Déficit ¿de qué?
Las transnacionales del banano han disfrutado a sus anchas, por años y años, de la miseria de nuestros muelles en Limón. Poder es poder. Sin embargo, se han convertido ahora en los más feroces enemigos de la construcción de un megapuerto en Limón. Déficit ¿de qué?
Los cuatro gatos opuestos al crédito del Banco Mundial para revolucionar la infraestructura física de las universidades públicas han jurado que no pondrán un pie, por razones ideológicas, en las nuevas instalaciones. Nada peor en la vida que la viejera intelectual. Déficit de todo.