Columnistas

Sainete

EscucharEscuchar

Un conocido nuestro dispuso apostar cierta suma de dinero a que el anuncio de Ottón Solís de que renunciaría a su candidatura a diputado, si antes no lo hacía un compañero de papeleta, era solo “una amenaza con la vaina vacía”. El que nadie le aceptara el reto prueba que en el barrio había unanimidad en considerar que el extraño bochinche interno del PAC era puro sainete, o que la cuesta de enero fue esta vez tan empinada que provocó una fobia general a los riesgos pecuniarios. Ahora bien, la lógica del argumento ofrecido por el candidato renunciante-no-renunciante para justificar sus vacilaciones es irreprochable.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.