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Obituario fiscal

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La semana pasada murió la reforma fiscal. Venía “ralita” desde hacía rato, pero ahora sí quedó tiesa: muerta, bien muerta. Es decir: sonó, se palmó, pateó el balde, colgó las tenis. ¿Captan la idea o debo agregar, por si las moscas, que cantó viajera?








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