Es fácil para el populismo presentar a la prensa como adversaria y vincularla con el ‘statu quo’. También acusarla de manipulación cuando nada hay más manipulador que el populismo.
Es fácil para el populismo presentar a la prensa como adversaria y vincularla con el ‘statu quo’. También acusarla de manipulación cuando nada hay más manipulador que el populismo.