Cuando la Caja compraba el Rituximab a un solo oferente, debía pagar por cada tratamiento $18.630 anuales. El precio cayó a $9.153, poco más de la mitad, en el momento en que el mercado se abrió a la competencia al terminar la patente por propiedad intelectual y la institución pudo tener acceso a un producto biosimilar.