Todos estaban allí, en el centro de San José, por una misma razón: para recordar a Valeria Cortés y Sebastián Condor, jóvenes músicos asesiandos el 13 de enero en Cartago, y, de paso, implorar por un país libre de violencia.
Todos estaban allí, en el centro de San José, por una misma razón: para recordar a Valeria Cortés y Sebastián Condor, jóvenes músicos asesiandos el 13 de enero en Cartago, y, de paso, implorar por un país libre de violencia.