La conmoción y la impotencia aumentan cuando han empezado a trascender las identidades y semblanzas de quienes murieron en el tiroteo en Boulder, Colorado, así como la historia del asesino, un joven de apenas 21 años.
La conmoción y la impotencia aumentan cuando han empezado a trascender las identidades y semblanzas de quienes murieron en el tiroteo en Boulder, Colorado, así como la historia del asesino, un joven de apenas 21 años.