Contrario a lo que ocurre en otras licitaciones donde se califica a los participantes según las características de sus ofertas, en el caso de la telefonía celular, las empresas no están obligadas a entregar un plan de negocios.
Los usuarios conocerán la oferta de servicios de cada operador, en este caso los oferentes Telefónica (España) y Claro (México) hasta que estos los pongan en el mercado y los publiciten.
Una vez que las bandas celulares sean adjudicadas, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) se concentrará en verificar que los nuevos operadores cumplen con las exigencias cartelarias.
Esto se explica por el tipo de subasta utilizada para asignar las bandas. Se trata de un concurso híbrido el cual incluye una parte técnica y otra económica.
Las compañías presentan una propuesta en la cual deben demostrar que tienen la capacidad técnica, jurídica y financiera para desplegar redes celulares conforme lo exige el cartel de licitación.
A esto se le llama oferta técnica. En ese capítulo, por ejemplo, deben demostrar que han desplegado al menos una nueva red celular en alguno de los países donde operan.
También deben acreditar su solidez financiera y experiencia en la prestación de servicios en mercados similares al costarricense.
La otra parte de la oferta es la económica. Esa se conocerá a más tardar a finales de enero.
Este martes la Sutel recibió las ofertas de Claro (América Móvil) y Telefónica las cuales procuran quedarse con una de las tres frecuencias que el Estado licita.
No obstante, esto no limita a las compañías de ofrecer servicios con mejor calidad o en menor tiempo del requerido en el cartel.
Daniel Bernal Salazar, subdirector de Asuntos Regulatorios de América Móvil, manifestó que Claro aspira a ofrecer al mercado costarricense “cobertura, tecnología de punta y calidad en servicios”.
Miguel Ángel Garzón, de Comunicaciones Internacionales de Telefónica, dijo desde Madrid que no darán detalles hasta que se conozca la oferta económica.