Un reportaje de la revista The New Yorker, publicado este lunes, destacó el modelo de atención en salud pública costarricense, al que atribuye el hecho de que los ticos superen en esperanza de vida a los habitantes de Estados Unidos, aun y cuando esta sea una nación más rica.
La esperanza de vida de una población suele equipararse al nivel de ingreso de cada país, sin embargo, el artículo “Los costarricenses viven más que nosotros. ¿Cuál es el secreto?” advierte de que Costa Rica es una excepción.
Fundada en 1925, The New Yorker es una revista semanal de artículos de periodismo, comentarios, críticas, ensayos, ficción, sátira, dibujos animados y poesía dirigida a lectores en Nueva York, aunque tiene una amplia audiencia internacional.
El artículo lo elaboró Atul Gawande, profesor de salud pública y cirujano, quien fue nombrado por el presidente Joseph Biden como administrador asistente de salud global en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la cual administra fondos por $4.000 millones.
En su escrito, Gawande atribuye la mayor esperanza de vida de los ticos a una atención primaria en salud superior respecto a cualquiera en Estados Unidos (federal o estatal), porque, en vez de centrarse en individuos, el modelo apunta a prevenir tipos de muerte y discapacidad.
A diciembre del 2020, Costa Rica lideraba en Latinoamérica la expectativa de vida con 80,8 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud que le asigna el puesto 30 en el ranquin internacional. Por encima del país, figuran las economías más poderosas del mundo, excepto EE. UU. que está en el puesto 40.
LEA MÁS: Nueva crisis de especialistas en hospitales amenaza a la CCSS por falta de planificación
Punto de contacto
Gawande atribuye esta excepción tica tanto a la existencia de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) como al funcionamiento de los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis), así como a la gestión de los Asistentes Técnicos de Atención Primaria (Atap) en las comunidades.
El autor aclara que “no hay nada mágico” en la atención de salud que el personal brinda en cada rincón del país. Así lo atestiguó mediante visitas a centros de atención en Atenas, Palmares y otras zonas de Alajuela, en compañía del médico Álvaro Salas Chaves, expresidente de la CCSS y uno de sus directivos hasta el 2019.
Sin embargo, advierte de que estos funcionarios, en referencia a los Atap, sirven como punto de contacto entre un sistema nacional y muchas vidas individuales, lo cual les permite conocer cada “pequeño detalle requerido para las demandas más amplias de la salud comunitaria”.
“Ese nivel de familiaridad, el hecho de que entendiera la comunidad que rodeaba a su paciente y cómo podía ayudar, me sorprendió, incluso cuando las limitaciones parecían evidentes”, dijo el articulista al comentar el trabajo de Mario Quesada, un médico de un Ebáis.
El reportaje resalta que, a diferencia de otros esquemas de salud pública, el costarricense ha logrado distribuir por todo el territorio un equipo de atención primaria a quienes las personas de cada comunidad “conocen personalmente y al que pueden acudir a lo largo de sus vidas”.
LEA MÁS: Pandemia dispara a más de 20 meses la espera por una cirugía en hospitales públicos
El reportaje, sin embargo, también apunta también a fallas de la CCSS por su falta de suficiente personal y en particular de especialistas, lo que ha creado una enorme lista de espera.
“Cuando se trata de atención secundaria, son comunes las esperas de meses para obtener citas para imágenes avanzadas y otros procedimientos. Las personas que podían permitírselo tenían un seguro adicional para la atención médica privada o pagaban en efectivo para complementar la atención que recibían del Gobierno”, indica.
LEA MÁS: CCSS les paga a médicos hasta ¢20 millones al mes
A pesar de esa gran deuda, el artículo de The New Yorker considera que el modelo tico deja “resultados envidiables” frente al estadounidense.
“Desde el desarrollo del sistema de Ebáis, las muertes por enfermedades transmisibles se han reducido en un 94% y también se han logrado avances decisivos en la lucha contra las enfermedades no transmisibles. No se trata solo de que Costa Rica supera la esperanza de vida de EE. UU. mientras gasta menos en atención médica como porcentaje de su ingreso, en realidad, gasta menos que el promedio mundial”, afirmó.