Don Enrique, josefino de 70 años, forma parte de la generación que creció cuando las caries dentales se resolvían con una extracción de piezas, situación que lo llevó a utilizar una prótesis dental removible desde muy joven, la cual le amargó la existencia, truncó sueños y elevó su inseguridad.
Hace unos años, un odontólogo le recomendó que se colocara implantes dentales y aquella decisión le cambió su vida drásticamente. Sin embargo, para hacerlo tuvo que endeudarse con el propósito de financiar su elevado costo.
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Este dilema de don Enrique –quien solicitó reservar su identidad– lo atraviesan decenas de personas que no tienen cómo costear el precio de los implantes dentales, pues representan una inversión millonaria. Solo un implante puede costar $1.500, pero con el proceso de rehabilitación que puede llevar varios meses esa suma puede ser mucho mayor: $8.000, $19.000 o $27.000.
Para Carlos Eduardo Filloy, decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Costa Rica (UCR), los implantes dentales constituyen la mejor opción cuando existe una pérdida de piezas siempre y cuando el paciente tenga hueso para colocarlos y mantenga bajo control ciertos padecimientos.
Con él coinciden otras autoridades de esa casa de enseñanza como Rónald Torres, coordinador de la sección de Cirugía, Alejandra Hernández, directora del departamento de Ciencias Restaurativas y Francisco Jiménez, director del departamento de Ciencias Odontológicas y Quirúrgicas.
Más allá de la academia, en el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Luis Diego Giralt y Alejandra Vargas, jefe del servicio de Odontología y periodoncista, respectivamente, advierten de que es un procedimiento complejo por el planeamiento, la colocación y la rehabilitación que requiere el paciente.
Ese proceso lo vivió don Enrique, para quien los implantes dentales van más allá de un tratamiento estético. Los suyos le mejoraron su calidad de vida al permitirle comer y reír con toda tranquilidad y seguridad, aunque salió muy caro.
¿Qué profesional se escoge?
Aparte del precio, los pacientes deben enfrentar otra disyuntiva: la selección del profesional.
De acuerdo con Antonieta Muñoz, presidenta del Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica, la Ley General de Salud no impide esta práctica al odontólogo general siempre y cuando tenga la capacidad para hacerlo.
Tampoco el Ministerio de Salud pone restricciones. La habilitación que ofrece es por medio del permiso sanitario de funcionamiento, el cual garantiza la práctica de varias especialidades odontológicas sin que sea requisito solicitar autorización para cada una de ellas (implantes dentales, servicios generales de Odontología, Ortodoncia).
A los pacientes esta situación los pone en indefensión, pues no tienen las herramientas para identificar la capacidad técnica de cada profesional para efectuar los implantes.
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Los odontólogos coinciden en que los implantes son procedimientos que deben estar en manos de especialistas, pues durante la práctica se pueden presentar complicaciones cuya atención requiere de ciertas destrezas.
“Un implante no es como pegar un clavo en una tabla. Es un procedimiento que requiere pericia por parte del profesional que los coloca”, advirtió Rónald Torres.
Hernández lo secunda. Para ella, quienes se dedican a colocar implantes deben tener la formación para realizar este procedimiento; por eso, dijo, es importante que el paciente indague quién se los va a colocar y consulte sobre el funcionamiento del consultorio y los materiales que emplea.
Conocer al paciente
Antes de poner un implante es fundamental el diagnóstico que se le realice al paciente, advirtieron los especialistas consultados y Carlos Sevilla, prostodoncista del Hospital CIMA. Eso implica conocer cuáles son las condiciones del hueso, si tiene algunos padecimientos como diabetes y saber cuáles medicamentos consume, pues podrían poner en riesgo el procedimiento.
La colocación de un implante requiere un planeamiento riguroso para determinar dónde colocarlo. Esto en aras de reducir cualquier riesgo; de ahí que la formación y experiencia de los profesionales a cargo puedan hacer la diferencia.
“Los procedimientos quirúrgicos tienen riesgos porque todos los casos son diferentes, pero el profesional debe estar preparado para atenderlos”, recalcó Alejandra Vargas, periodoncista del hospital Geriátrico.
Los odontólogos generales que egresan de la Facultad de Odontología tienen el conocimiento teórico de lo que son los implantes dentales pero no desarrollan las habilidades para colocarlos, advirtió Carlos Filloy.
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Algunos de los odontólogos consultados relataron que a sus consultorios llegan pacientes con implantes fallidos. Según el Colegio de Cirujanos Dentistas, un 7% de las denuncias ante la Fiscalía de esa organización están relacionadas con implantes dentales.
Implantes en la CCSS
En la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la oferta odontológica es vasta: desde la promoción de la salud bucodental, hasta la Odontología ortognática, que implica la corrección de deformidades muy severas que afectan la calidad de vida de los pacientes.
Según detalló Ana Lucía Herrera Jiménez, coordinadora de Odontología de esa institución, en este momento se está planeando un estudio para determinar cuál sería la población adulta mayor necesitada de implantes dentales y analizar la factibilidad económica y técnica. El estudio se realizará en Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.