A partir del próximo año, la vacunación contra el virus de la influenza se iniciará en el mes de mayo y no en octubre, rompiendo una costumbre que se había seguido durante la última década.
A la gente también se le pondrá otra vacuna: las dosis contienen cepas de los virus circulantes en el hemisferio sur que, según se ha comprobado en estudios, son los que más afectan a los ticos durante la temporada epidémica.
Hasta el año pasado, la vacuna que se compraba estaba basada en los virus circulantes en el hemisferio norte.
Esta vacuna protegía en un 50% a la población, informó María Ethel Trejos, directora de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud. La nueva, en cambio, amplía su rango de cobertura hasta un 80%.
Una nueva metodología para identificar, de forma más precisa, la estacionalidad de la influenza en Costa Rica permitió identificar que la población necesitaba otro esquema de vacunación contra la gripe.
Dicho método fue desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
Los análisis de datos se hicieron con el apoyo de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.
En lo que va del 2014, 31 personas han muerto en nuestro territorio por males respiratorios.
Cambios. La nueva metodología descubrió que la vacuna que se usaba aquí, basada en cepas de los virus circulantes en el hemisferio norte, no era la más apropiada para el comportamiento de la influenza en nuestro país.
El pasado 25 de abril, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, integrada por representantes del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), acordó el cambio.
Roberto Arroba Tijerino, secretario técnico de esa Comisión, comentó que en el pasado se consultaba a expertos de distintos hospitales e instituciones para decir cuál tipo de vacuna poner.
“No había un criterio certero. En Centroamérica, solo Costa Rica y Honduras ponían vacunas con cepas del hemisferio norte”, explicó Arroba.
El nuevo método de exploración de la estacionalidad de la influenza también identificó el periodo epidémico entre mayo y setiembre, con un pico (más casos) en julio.
Por esta razón, las próximas campañas masivas –dirigidas a grupos de riesgo– se iniciarán a partir de mayo, esperando que la población genere inmunidad para cuando se presente la mayor circulación del virus.
La Caja ya inició el proceso para traer al país 512.000 dosis para adultos mayores y otras 30.000 para niños, informó Vicenta Machado Cruz, coordinadora del programa de vacunas de la CCSS.
Esa institución invertirá $1,8 millones en dichos productos.
Cuando la CCSS comenzó estas campañas, en el 2004, se trajeron apenas 90.000 dosis.
Una década después, la cantidad es sustancialmente mayor por cuanto se han ampliado los grupos de riesgo, los cuales representan uno de los retos más importantes para este tipo de inmunizaciones.
Para el próximo año, entre otros cambios, se bajó el rango de edad de los adultos mayores por vacunar, pues se pasó de 65 años como edad límite a 60.
“La gente debe aprovechar esta oportunidad que le da los servicios de salud”, aseveró Machado.