Si algo aprendió la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en esta pandemia es a trabajar en red: desde el Ebáis más lejano hasta el hospital más especializado.
La afirmación la hizo el gerente médico, Mario Ruiz Cubillo, en conferencia de prensa este miércoles, cuando la institución dio a conocer sus avances en la normalización de servicios, sin que todavía se haya superado la crisis sanitaria.
Según las autoridades de la Caja, con esa línea de trabajo es que en el primer semestre de este año, logró utilizar la totalidad de su capacidad instalada en Medicina General y especializada.
Eso significó más de 6,1 millones de citas asignadas, tanto presenciales como virtuales.
Con las cirugías, las autoridades reconocen que no se ha avanzado tanto, aunque ven logros significativos: se llegó a un 79% de la capacidad instalada, que implicaron más de 200.000 operaciones en 15 meses; casi 70.000 solo en el primer semestre del 2021.
La promesa de avanzar hacia el 100% en el segundo semestre del año.
A partir de la experiencia vivida con la atención de enfermos covid, los casos no covid que requieran consulta con el especialista, un examen diagnóstico o cirugía recibirán la atención donde haya capacidad, no solo en el área de adscripción u hospital de referencia.
Con ese trabajo en red, pretenden normalizar y bajar los plazos de espera en citas, cirugías y procedimientos, hasta alcanzar la máxima capacidad instalada, incluso con la pandemia todavía en fase activa.
“La pandemia nos ha enseñado cosas buenas y cosas en las que tenemos que mejorar. Una de las principales lecciones, es el trabajo en equipo. Nos ha hecho ver la importancia del primer nivel de atención (áreas de salud y Ebáis), y de trabajar en red.
“Antes de la pandemia, por ejemplo, los pacientes de Limón solo podían recibir atención especializada en el (hospital) Calderón Guardia. Pero ahora, si es necesario, se le brindará en el México. Hemos aprendido, a través del Cov-19 (centro de traslado de enfermos) que los pacientes se pueden distribuir de una mejor manera (por la red de hospitales)”, afirmó Ruiz.
El aprovechamiento de Centros de Atención Integral en Salud (CAIS) en sitios como Puriscal o Siquirres, equipados para cirugías de menor complejidad, o la coordinación nacional en red para interpretar imágenes médicas, son dos de los ejemplos que puso el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya Hayes.
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Los plazos de espera, de por sí prolongados antes de la crisis desencadenada por la covid-19, se dispararon con la pandemia, pues los servicios de salud públicos prácticamente tuvieron que paralizarse en los primeros meses.
La atención quirúrgica es la más afectada, con plazos promedio de espera de 538 días como promedio, según los datos más actualizados que dio Marny Ramos Rivas, coordinadora de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE).
Hasta ahora, solo se operan pacientes de emergencias, con cáncer o aquellos casos programados que son referidos por el especialista por alguna situación muy justificada.
Los plazos promedio de espera para la primera cita con un médico especialista están en 150 días, y los de espera para realizarse por primera vez un procedimiento (radiografía, ultrasonido, tomografía, por ejemplo), están en 119 días.
Macaya destacó la aprobación en Junta Directiva, en marzo, de un plan de proyectos especiales de impacto nacional para lo que resta del 2021 y el 2022. Según dijo, ya hay dos proyectos encaminados en la especialidad de Radiología.
Recursos propios
“La Caja va a salir de esta pandemia con un fortalecimiento en su infraestructura, recursos humanos, y con la experiencia de haber adoptado una serie de programas innovadores, que nos demostraron que funcionan”, aseveró Macaya.
Por ahora, dijo, la institución se enfocará en sacar provecho a las obras nuevas, como la torre quirúrgica del Hospital México y la del Hospital Calderón Guardia, así como las instalaciones del Ceaco, para retomar muchas de las cirugías programadas que se han dejado de hacer por la pandemia.
El objetivo, añadió, es retomar los niveles de reducción de plazos que se registraron en el 2019 y que quedaron truncados con esta emergencia.
No está contemplado, por ahora, el ofrecimiento de los centros privados para colaborar en la reducción de los plazos de espera.
Marny Ramos aclaró que el avance del plan institucional implica valorar con mayor cuidado el tema de riesgo para la población y el personal de primera línea.
“El planteamiento ha sido movernos de las áreas de menor riesgo (consulta externa, por ejemplo) a procedimientos más invasivos, como la parte quirúrgica y los procedimientos especiales. La fase en la que estamos lleva a incrementar la cantidad de cirugías y a establecer proyectos especiales. En el segundo semestre, esperamos un incremento en la producción del área quirúgica”, adelantó Ramos.
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La coordinadora de la UTLE informó de que se hicieron 68.693 cirugías en el primer semestre de este año; un 45% de ellas corresponde a intervenciones programadas que estaban pendientes.
El área quirúrgica, admitió Ramos, es donde la CCSS enfrenta el mayor reto. Se espera que el impulso a la vacunación dé mayor seguridad y permita “un proceso más agresivo de normalización de servicios, siempre en forma gradual y progresiva”.