El ICE advirtió de atrasos en la construcción de la planta hidroeléctrica Capulín-San Pablo, a cargo del consorcio Hidrotárcoles, desde mediados del 2013.
Así lo declaró este lunes Teófilo de la Torre, presidente del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) durante el gobierno de Laura Chinchilla, ante la Comisión Investigadora de Créditos Bancarios del Congreso, la cual investiga el polémico financiamiento que el Banco Nacional otorgó para esta obra por $117,5 millones.
Según explicó de la Torre, el contrato de compra de energía entre el ICE e Hidrotárcoles se firmó en el 2012, bajo la modalidad BOT (construcción, operación y transferencia, por sus siglas en inglés). La orden de inicio para la construcción se giró el 1.º de agosto de ese mismo año, con un plazo de tres años.
A mediados del año siguiente, relató el exjerarca, el Instituto abrió un primer procedimiento de resolución del contrato porque el proyecto tenía un avance prácticamente nulo.
"Había una preocupación por la lentitud", dijo de la Torre. En el Instituto, añadió, también les preocupaba que el tiempo pasaba sin que la constructora concretara la obtención del crédito con el Banco Nacional, pues se prevía que lo hicieran en seis meses y el consorcio ya había consumido año y medio.
Según el exfuncionario, el ICE esperaba que Hidrotárcoles empezara a trabajar con la contrapartida que debía aportar al proyecto (30% del costo, equivalente a unos $50 millones), pero eso no ocurrió, ni le constaba a la entidad que tales recursos existieran.
“Eso es lo que uno ve normalmente en los contratistas que tienen esas responsabilidades, aquí no vimos esa agilidad. Entonces, aquí podemos ver que cuando llega al punto del cierre financiero, pues la obra realizada era prácticamente cero, entonces yo creo que es lo que motivó a la administración del ICE a activar la preocupación de que el contrato no iba a poder ser exitoso, los tiempos se vencían y también que no se conseguía el financiamiento de un préstamo, entonces ahí fue donde se activó el proceso de resolución del contrato, ya en el año 2013", dijo de la Torre.
La planta, diseñada para una potencia de 50 megavatios de energía, se iba a construir en San Pablo de Turrubares. El 70% del financiamiento del proyecto provenía de un crédito del BN a Hidrotárcoles, por el cual la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) le ordenó al banco, este año, hacer una reserva para cubrir eventuales pérdidas y recalificar al cliente.
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De la Torre relató que, a mediados del 2013, a partir de la activación del proceso para finalizar el contrato, se emitieron los avisos previos y la argumentación del motivo por el cual se pretendía finalizar la relación contractual.
No obstante, el expresidente del ICE recordó que, el 22 de noviembre de ese año, Fernando Naranjo, entonces gerente general del Banco Nacional, se reunió con él para informarle de que el Comité de Crédito del BN finalmente había decidido otorgarle el crédito a Hidrotárcoles, aunque quedaban condiciones que debían negociarse.
Ese encuentro, según el jerarca, cambió todo, pues para el ICE fue una primera señal de que no iba a tener que concretarse la resolución del contrato.
El consorcio Hidrotárcoles lo conforman la constructora Sánchez Carvajal e Hidrobrujo S. A.
Resolución interrumpiuda
Aún así, el 12 de diciembre, el Instituto abrió un periodo final de 120 días para que la situación se resolviera.
“Nadie quería que el proyecto fracasara, yo creo que lo que se buscaba era que hubiera un financiamiento para que el proyecto pudiera avanzar”, dijo el exjerarca.
El primer proceso de rolución del contrato fue frenado en abril del 2014, cuando el Banco Nacional firmó el crédito y el ICE se dio por satisfecho.
“El ICE, en abril del 2014, dio por recibido el cierre financiero y las otras cosas que estaban pendientes de entregar, por tanto, la razón por la cual se estaba resolviendo el contrato estaba superada”, dijo de la Torre.
El expresidente ejecutivo dijo que con la firma del crédito, ya no había motivo para resolver el contrato, lo cual causó “satisfacción” en la entidad.
Sin embargo, tras años de incertidumbre por el lento avance del proyecto, el pasado 15 de enero el ICE decidió terminar el contrato con el consorcio constructor, debido que la empresa incumplió su compromiso de poner a operar la planta el 1.° de agosto del 2015.
Los diputados Patricia Mora, del Frente Amplio, y Ottón Solís, de Acción Ciudadana, hicieron énfasis en el hecho de que el Banco Nacional otorgara el crédito a Hidrotárcoles luego de que el ICE ya hubiera activado un proceso de resolución del contrato y que, ante la aprobación de ese préstamo, el Instituto sintiera tranquilidad para seguir adelante con el proyecto.
De la Torre también aseguró que sigue convencido de que seguir adelante con el proyecto fue la decisión correcta, y que podría ser rentable.
"Se justifica su desarrollo, y calzaría perfectamente en un futuro plan de expansión", consideró el exjerarca.