Costa Rica llamó a los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a abolir progresivamente la pena de muerte en el mundo.
“La pena de muerte en cualquiera de sus formas es, indiscutiblemente, la expresión más brutal y extrema de violencia y, por lo tanto, atenta contra el derecho supremo a la vida”, expresó este Maritza Chan, representante permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas.
El llamado costarricense se produjo este lunes en medio de la discusión de una resolución internacional que pide a los países firmantes detener la aplicación de la pena capital.
La resolución alienta a los países que mantienen la pena de muerte a establecer una moratoria sobre su uso, con miras a la abolición, así como restringir el número de delitos que se castigan con ese procedimiento.
También, el documento hace un llamado a las naciones que han abolido este castigo para que no lo reintroduzcan en su marco legal.
“No pretendemos imponer nuestra visión, sino aportar nuestra experiencia en la búsqueda de consensos. El llamado contenido en esta resolución no niega, en ninguna circunstancia, el derecho a la soberanía; corresponde a cada Estado la obligación de adoptar los mecanismos necesarios para implementar el derecho internacional y los derechos humanos en su territorio”, expresó Chan.
La Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la resolución con una mayoría de 126 votos a favor. Costa Rica y Australia lideraron los procesos de negociación para adoptar dicho acuerdo.
La primera moratoria de la pena de muerte, aprobada en Naciones Unidas en el año 2007, tuvo el apoyo de 104 países miembros. En esta ocasión, 126 apoyaron la propuesta.
La embajadora costarricense aseguró que Costa Rica reconoce que “el camino de cada Estado hacia la abolición de la pena de muerte puede ser distinto, pero el avance progresivo hacia la prohibición de esta práctica requiere compromisos”.
También puntualizó que “creemos que cada Estado, desde su realidad, buscará el camino para lograr esa meta común”.
