La Contraloría General de la República (CGR) advirtió de que, al cabo del 2020, la deuda del Gobierno Central “refleja una posición más vulnerable” por tres factores.
El endeudamiento incrementó su exposición a los riesgos del mercado, dijo la CGR, después de que el monto total subió un 14,5% al pasar de ¢21,2 billones a ¢24,2 billones entre el 2019 y el año pasado.
El informe Memoria del Año Económico 2020 expone que el primer factor es un incremento en el porcentaje de bonos de deuda colocados a corto plazo, con vencimientos menores a un año.
Este tipo de deuda pasó del 7,7% al 9,9% del total entre el 2019 y el 2020, lo que aumenta el riesgo de refinanciamiento, es decir, de tener que buscar nuevos financiamientos, para sostener las finanzas públicas, en poco tiempo.
Aunque estos porcentajes se mantienen dentro de los límites prudenciales que estableció el Ministerio de Hacienda, la CGR resaltó que los esfuerzos para reducirlos no han sido suficientes.
“El riesgo de refinanciamiento venía presentando una tendencia decreciente desde el año 2017; sin embargo, en el 2020, la colocación de instrumentos a mayor plazo y los desembolsos recibidos por los créditos de apoyo presupuestario no han sido suficientes para disminuir el porcentaje de la deuda que vence a menos de un año”, señaló el órgano contralor.
Según el informe, este incremento evidencia las preferencias del inversionista por los instrumentos que considera menos riesgosos en “momentos de incertidumbre”.
El aumento de la deuda de corto plazo se produjo principalmente en el mercado interno; además, influyó el vencimiento de dos contratos de colocación que el Gobierno realizó en el año 2018 por un total de $600 millones.
“Si bien el porcentaje de deuda que vence a menos de un año (9,9%) se encuentra dentro del rango establecido como deseado en el mediano plazo, que va de un 5% a un 10%, los vencimientos para el 2021 representan el 6,7% del PIB y, a pesar de que los recursos para apoyo presupuestario favorecieron los fondos líquidos del Gobierno en el transcurso de 2020, al cierre del año, el riesgo de liquidez también se incrementa”.
“Al mes de diciembre, la capacidad para atender los vencimientos a menos de un año del saldo de la deuda refleja un nivel que puede considerarse preocupante, ya que alcanzan para cubrir solo el 1,3% de los vencimientos de 2021″, dice el reporte de la Contraloría.
Tasas variables
El segundo factor es un incremento de la deuda con tasas de interés variables, en vez de tasas fijas.
El porcentaje de deuda con estas condiciones aumentó de un 19,9% a un 21,6% del total, “ubicándose fuera del rango definido por la Dirección de Crédito Público (DCP, del Ministerio de Hacienda) como deseable en el mediano plazo (15%-20%)”.
“El ingreso de recursos externos incrementa el saldo de la deuda contratada a tasa variable”, expuso la Contraloría, en referencia a los créditos de apoyo presupuestario que recibió el país.
En el caso de la deuda externa, el porcentaje con tasa variable subió de un 26,1% en diciembre del 2019 a un 38,4% en diciembre del 2020.
El Gobierno tuvo la ventaja de que las operaciones en el mercado interno “generan una disminución de la exposición a este riesgo”.
Riesgo cambiario
El tercer factor que aumenta la vulnerabilidad de la deuda es la exposición al riesgo cambiario, pues el porcentaje de endeudamiento en moneda extranjera supera el 41%, por encima del rango recomendado, que está entre un 25% y un 35%.
No obstante, la Contraloría advirtió de que esta situación no es nueva.
“Para el año 2020, los créditos de apoyo presupuestario fueron pactados en dólares, euros y derechos especiales de giro, lo que no favorece el comportamiento de este indicador”.
“Sin embargo, siendo la deuda interna el principal componente de los pasivos del Gobierno, las menores colocaciones de títulos en dólares reducen en 2,7 puntos porcentuales el porcentaje de deuda interna en moneda diferente al colón, originando que, al considerar la deuda total, se observe una leve mejoría en este riesgo.
“A pesar de ello, debe tenerse presente que la composición deseable, según la estrategia de deuda de mediano plazo del Gobierno Central, es que este porcentaje se ubique entre un 25% y 35%, condición que no se presenta desde el año 2013 cuando se ubicó en 30,8%”, dice el informe.
Sin alarmismos
Contrario a lo dicho en el informe, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, descarta un mayor riesgo de vulnerabilidad en la deuda y asegura que las cifras son manejables.
El jerarca defendió que todavía más del 80% crédito está establecido en una tasa fija.
“No es algo significativo, tiene que ver con temas de mercado que, ante situaciones de incerteza, se va a preferir una tasa variable, pero en general, un 25% no le vería el problema. Es una circunstancia dentro de lo que se puede manejar la deuda”, señaló.
Ese efecto se da, según el jerarca, porque algunos de los captadores negocian bajo esa condición y el Gobierno requiere recurrir a ellos.
“Nosotros somos proveedores para el mercado financiero; ellos tienen que manejar sus riesgos de distintas formas y es el papel que cumplen los bonos ajustables. Para ellos, es importante tener ese tipo de bonos”, agregó.
En cuanto al aumento de la deuda a corto plazo, el viceministro de Hacienda, Isaac Castro, aseguró que el porcentaje pudo verse influido por los cortes de tiempo que utilizó la CGR en su informe, pero que a la fecha podría ser inferior.
El viceministro indicó, por ejemplo, que una cancelación de deuda de corto plazo, en el primer trimestre de este año, pudo haber reducido ese porcentaje.