La dificultad para conseguir recursos con qué financiar la campaña electoral lleva a los partidos a optar por el aporte del Estado para tener con qué pagar sus giras, anuncios y cualquier otro tipo de propaganda.
Los partidos con mayores posibilidades de conseguir puestos en las elecciones del 2 de febrero se habían inclinado por la figura del fideicomiso, en vista de que una acción de inconstitucionalidad presentada en el 2012 había frenado, hasta la semana pasada, el uso de bonos de deuda política.
Por eso no tuvieron más opción que negociar fideicomisos con bancos comerciales con tal de obtener recursos.
El Partido Liberación Nacional (PLN) logró un fideicomiso hasta por ¢6.300 millones; Acción Ciudadana (PAC) hizo lo mismo, pero por un monto cercano a los ¢4.000 millones, y el Movimiento Libertario negoció ¢2.500 millones, todos con el Banco Lafise.
El Frente Amplio negoció con el Banco de Costa Rica (BCR) un acuerdo por ¢900 millones.
Pero el fallo de la Sala Constitucional el jueves pasado abrió de nuevo el espacio a la figura de los bonos, y ahora las agrupaciones están tentadas de echar mano a este instrumento para financiarse.
El tesorero del PLN, Alex Sibaja, dijo ayer que esta misma semana presentarán una propuesta al Banco Lafise para usar los bonos.
En la agrupación son conscientes de que es necesario renegociar los términos del contrato.
En el Frente Amplio sucede algo similar. Ayer, el Comité Ejecutivo del Partido se reunió por la noche para tomar una decisión. A la hora de cierre fue imposible conocer el resultado de la cita.
Ronaldo Alfaro, vicepresidente del Movimiento Libertario, dijo que exploran qué hacer pues entienden que la garantía del fideicomiso es la deuda política, por lo que se pone en riesgo el respaldo para los bonos.
Gilberto Serrano, gerente de Banco Lafise, dijo que están abiertos a renegociar con los partidos las cláusulas del contrato.
“Lo que no se puede hacer es tener ambas, bonos o fideicomiso, pues los bonos también son una sesión de derechos”, señaló.