Alumnas de la Universidad Nacional (UNA) exigieron que un médico de apellido Camacho renuncie al departamento de Salud institucional, en el que labora pese a que ya fue sancionado dos veces, con suspensiones, por acosar sexualmente a estudiantes dentro del consultorio.
En una manifestación realizada al mediodía de este martes, las jóvenes también pidieron que la casa de enseñanza tome acciones para garantizar que no serán acosadas cuando asistan a los servicios de salud de la universidad.
Las muchachas expusieron sus demandas frente a las instalaciones del consultorio, en Heredia, a donde las convocó la Federación de Estudiantes de la UNA (Feuna).
“Si tenemos que hacernos por ejemplo un papanicolau, ¿cómo nos lo vamos a hacer con una persona que puede abusar de nosotros?, en el lugar en el que se supone que deberíamos estar seguras”, cuestionó Hilary Chacón, estudiante de Sociología de la UNA.
En sus mensajes, las asistentes también expresaron solidaridad con las estudiantes que han denunciado haber sufrido actos de hostigamiento sexual por parte de Camacho.
“A todas nos ha pasado, creo. No precisamente en la U, tal vez en cualquier ambiente en que nos desenvolvamos. Creo que a todas nos gustaría ser apoyadas, a todas nos gustaría que nos crean. Entonces, como mujeres, también los hombres, pero principalmente las mujeres, deberíamos apoyarnos”, afirmó Stephanie Villalobos, alumna de 24 años de la carrera de Biología.
La Comisión de Resolución de Denuncias Sobre Hostigamiento Sexual ha recibido tres denuncias contra Camacho, interpuestas en los años 2004, 2011 y 2014. En la primera, el doctor resultó exonerado, y en las otras dos, se le impusieron suspensiones de 15 días.
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A esas denuncias formales se sumaron la historia de una antropóloga que afirmó haber sido abusada por Camacho en el consultorio de la Universidad de Costa Rica (UCR) hace 20 años, así como dos mujeres que relataron a La Nación que el médico las tocó de manera indebida en 2016.
No obstante, las integrantes del colectivo #MePasóenlaUNA afirman que hay más afectadas.
“Hemos recibido al menos seis denuncias informales en la plataforma #MePasóenlaUNA de chicas que han sido acosadas y abusadas por el funcionario, aquí mismo en el consultorio”, afirmó Génesis López, estudiante de Enseñanza de Estudios Sociales y Educación Cívica.
El colectivo mostró a este medio el mensaje que les envió una muchacha, quien relató que acudió a consulta con Camacho porque necesitaba una referencia para ir a fisioterapia.
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“Mi lesión era una periostitis en la tibia, me tenía que revisar la pierna, entonces se sentó a mi lado en la camilla y puso mi pierna en el regazo de él, y nunca me revisó, siguió hablándome mientras me masajeaba la pierna y me hablaba. Quité mi pierna bruscamente y le dije ‘yo solo vine por la referencia’, entonces se levantó y me dijo ‘pero entonces déjese revisar’, y le hice cara de odio mientras me levanté y me fui de la camilla”, relató la muchacha.
Camacho no vio los carteles que las manifestantes pegaron en los portones de Salud, ni tampoco escuchó sus consignas, debido a que se incapacitó desde la semana pasada. Según informó la UNA, volverá a laborar hasta la próxima semana.
Al lugar sí se presentó Susana Ruiz, vicerrectora de Vida Estudiantil, de la cual depende el servicio de salud universitario.
La funcionaria afirmó que las autoridades universitarias no han discutido ni evaluado tomar alguna medida en el caso de Camacho pues, según afirmó, la normativa se los impide.
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"Estamos conociendo las manifestaciones de los estudiantes. No puede haber reuniones de discusión porque en este momento desconocemos si hay denuncias interpuestas, las que ya se pusieron ya fueron sancionadas y no podemos discutir sobre ellas.
“De las (denuncias) informales tenemos que decirle eso, que son informales, y por lo tanto no podemos generar discusiones en el seno nuestro”, afirmó Ruiz.
La vicerrectora afirmó que lo más que pueden hacer, de momento, es poner a disposición de las presuntas afectadas los mecanismos de denuncia con los que ya cuenta la Universidad.
Además, dijo que el año pasado todo el personal del departamento de Salud recibió capacitaciones sobre cómo atender a los usuarios sin discriminaciones ni acosos, pues así lo recomendó la Defensoría de los Habitantes cuando la UNA le informó sobre la tercera denuncia contra Camacho, en 2014.
Pese a ello, Jazmín Arroyo, secretaria de la Feuna, afirmó que le piden alternativas a la Universidad para evitar que más alumnas sean acosadas por el doctor.
“Lo primero que buscamos es que por lo menos se nos garantice ese derecho a la salud en un espacio sano y seguro. Por ejemplo, cómo hacemos si yo digo que no quiero ser atendida por el doctor Camacho, entonces qué opciones nos van a ofrecer”, dijo la representante estudiantil.