Aunque la reapertura de la plaza de la Cultura está prevista para noviembre, mucho ha cambiado este espacio desde abril, cuando se iniciaron las obras de conservación y mantenimiento con el fin de mejorar este icónico espacio urbano.
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Un recorrido hecho este viernes por La Nación permitió ver que, detrás del perímetro cercado, se aprecia cómo se demolió la superficie, se inició el proceso de reforzamiento estructural y se empezó a instalar un sistema de impermeabilización.
Esto, porque la popular explanada es, en realidad, el techo del edificio que alberga los museos del Banco Central, y uno de los mayores problemas que había que corregir eran las filtraciones en esa estructura, que, a lo largo de los años, han causado grandes daños al edificio.
En ese mismo documento se informa de que tales museos siguen abiertos y funcionando con normalidad pese a las obras que se realizan en la plaza; de modo que es posible visitarlos.