Todos los días, a las 11 a. m., los niños que asisten al Centro de Cuido y Desarrollo Infantil (Cecudi) de Tirrases, en Curridabat, se sientan a almorzar. El jueves pasado, el plato contenía arroz, frijoles y pescado.
Stephanie Román, una de las maestras que los atiende, contó que cada niño recibe cuatro comidas al día, durante el tiempo que está en el Centro: desde las 7 a. m. hasta las 5 p. m.
Aunque ahora el beneficio significa una gran ayuda para las familias de escasos recursos de la zona, tuvieron que pasar casi dos años para que el Cecudi abriera sus puertas.
El inmueble, edificado con recursos del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf) como parte de la Red de Cuido, fue entregado a la Municipalidad de Curridabat en febrero del 2014, pero fue hasta octubre del año anterior cuando los trámites municipales estuvieron listos.
Los casos como este se repiten en todo el país.
Por ejemplo, en febrero del 2013, el Cecudi de Upala estaba construido en un 95%, según un informe de la Contraloría General de la República (CGR). Sin embargo, a hoy no ha empezado a operar.
Cada Cecudi puede funcionar hasta que la municipalidad culmine las licitaciones de equipo y personal, obtenga el permiso del Ministerio de Salud y elabore la lista de beneficiarios que recibirán el subsidio del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
En espera. Actualmente, son 21 los centros que están construidos, pero en desuso, incluidos los de Poás, Siquirres, Puriscal, La Unión, Upala, Tilarán, Dota y Aserrí. Otros 24 apenas se están construyendo.
Los municipios atribuyen el atraso a la demora en el giro de fondos, los requisitos para obtener el permiso del Ministerio de Salud y la dificultad para firmar contratos.
Carlos Alvarado, presidente ejecutivo del IMAS, explicó que a la institución le corresponde solamente financiar a cada beneficiario y asesorar a los cantones que piden apoyo, ya que los trámites son responsabilidad de cada gobierno local.
La Contraloría, en un reciente informe, denunció que a febrero del año anterior, 12 municipalidades tenían fondos para construir Cecudis sin utilizar. La situación se daba por falta de capacidad para desarrollar el proyecto o porque no era prioritario.
Tal situación, explicó la CGR, se debió a la ausencia de estudios de factibilidad que evidenciaran la necesidad de las comunidades de contar con un centro.
Cuando estén listos, los Cecudi faltantes se unirán a los 56 que ya reciben a casi 3.000 niños. De esos, 22 se construyeron durante el último año, ya que en enero del 2015, la CGR había denunciado un lento avance en la apertura.
La alcaldesa de La Unión, Lydia Garita, aseguró que en su caso, los fondos para construir no se les giraron a tiempo, lo que atrasó las obras. A eso sumó el plazo que tardó el Concejo local para estudiar y aprobar el reglamento del Cecudi.
Upala y Tilarán, por otra parte, tuvieron que hacer una segunda publicación del cartel de licitación, ya que en el primer concurso, nadie se presentó.