Washington El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, le dijo este martes a su par israelí, Yoav Gallant, que las muertes de civiles en Gaza son “demasiado altas” y afirmó que ambos discutirían alternativas a una operación de Israel en el sur del territorio palestino.
“El número de bajas civiles en Gaza actualmente es demasiado elevado, y la cantidad de ayuda humanitaria es demasiado escasa”, dijo Austin al inicio de la reunión con Gallant en Washington.
En el encuentro, añadió, ambos discutirían alternativas a una gran incursión en la ciudad de Rafah, con la que Israel pretende golpear a Hamás. Gallant dijo por su parte que conversarían sobre los “avances en Gaza” y “los medios para alcanzar los objetivos” de Israel: “la destrucción de la organización Hamás y la vuelta de los rehenes”.
Al margen de la visita de Gallant, otra delegación israelí tenía previsto viajar a Washington para discutir los planes del primer ministro Benjamin Netanyahu de lanzar una ofensiva en Rafah, iniciativa que preocupa a Estados Unidos y otros actores internacionales porque allí se refugia buena parte de la población de Gaza desplazada por la guerra.
Pero Israel suspendió la visita después que Estados Unidos se abstuviera el lunes en una votación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas(ONU), permitiendo la aprobación de una resolución que pide un cese el fuego en el territorio palestino.
Además, este martes los negociadores israelís se retiraron de la mesa de negociaciones en Doha, Qatar, por lo que un alto al fuego se encuentra en el aire. El Gobierno israelí tomó esta decisión, debido a que la resolución del Consejo de Seguridad, “emablentonó” a Hamás y los acusa de realizar exigencias “illusorias”.
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El principal punto de discordia en las negociaciones es que, Hamás quiere un alto al fuego permanente y una reitarada de las Fuerzas Armadas Israelís (IDF), de Gaza, mientras que el gobierno de Benjamin Netanyahu, quiere un alto al fuego temporal y terminar su ofensiva para acabar con el grupo palestino.
La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas desde Gaza, que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 según un recuento de AFP con base en datos oficiales israelíes.
Israel afirma que 130 rehenes siguen cautivos en Gaza, de los cuales 33 podrían estar sin vida. En represalia, Israel lanzó una ofensiva con el objetivo de “aniquilar” a Hamás.
Hasta el momento, esa operación militar dejó 32.414 personas fallecidas, en su gran mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud de Gaza.
Estados Unidos dio apoyo militar y diplomático a Israel, pero expresó su descontento con Netanyahu por el alto número de víctimas civiles y la situación humanitaria en la región.