BIRMINGHAM, Alabama, EE.UU.
Roy Moore no tendría la menor esperanza en las contiendas por una banca en el Senado nacional en muchos estados tras desafiar órdenes judiciales, describir al islam como una religión falsa, decir que la homosexualidad era diabólica y sacar un revólver en un escenario ante cientos de partidarios.
En Alabama, sin embargo, es el gran favorito para heredar la banca que dejó vacante el secretario de Justicia, Jeff Sessions, tras ganar el martes las internas republicanas, derrotando al candidato que apoyaron el presidente Donald Trump y el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Por mucho que cueste entenderlo en las grandes ciudades generalmente liberales, Moore es enormemente popular en este estado mayormente blanco y cristiano, donde el electorado apoya una y otra vez a candidatos que hacen campaña con la Biblia en la mano y rechazan la autoridad.
"Cosas que en otros sitios le costarían la carrera a alguien, aquí son un punto fuerte para Roy Moore", dijo el estratega político de Alabama David Mowery, quien colaboró en la campaña de un candidato demócrata que enfrentó a Moore en el 2012 por la presidencia de la Corte Suprema.
Después de todo, este es un estado en el que George C. Wallace, quien prometió "segregación para siempre" y desoyó órdenes judiciales, sirvió cuatro términos como gobernador. El presidente Trump ganó holgadamente este estado muy religioso.
Moore combina todas esas características juntas. Fue destituido como presidente de la Corte Suprema de Alabama dos veces luego de que tribunales superiores dictaminaron que rechazó fallos sobre la exhibición de los Diez Mandamientos y el matrimonio gay. Es un veterano de la guerra de Vietnam que anda a caballo, porta armas y que durante toda su carrera habló de Dios y de la Biblia cristiana.
Dos veces se postuló a gobernador de Alabama y fue derrotado en las primarias republicanas, en el 2006 y el 2010.
Lucha por Senado. Pero nada de eso incidió en la batalla por la banca en el Senado.
En el cierre de su campaña subió al escenario con un arma y repitió una consigna popular en el estado: "Defendamos nuestros derechos".
A Patricia Riley Jones, de Abbeville, le encanta Moore. "Es un gran cristiano" , afirmó mientras sostenía una imagen del político y banderas estadounidense en la fiesta de celebración de la victoria. "Defendió a Dios".
Alabama votó por Trump, pero el hecho de que el mandatario haya apoyado al senador Luther Strange no pareció disminuir el apoyo a Moore.
Bill Armistead, jefe de campaña de Moore, afirmó que el electorado conoce a Moore desde hace muchos más tiempo que a Trump, un neoyorquino de escasa trayectoria política, que se hizo famoso en un reality show.
"Tienen una opinión sobre Roy Moore, creen que es la persona que va a pelear por ellos", señaló Armistead.
Moore comenzó a darse a conocer a mediados de la década de 1990, cuando siendo juez inició las sesiones con una oración y colgando una placa hecha a mano con los Diez Mandamientos en el tribunal. Fue elegido dos veces presidente de la Corte Suprema de Alabama.
No todo el mundo lo apoya. Danny Barry, un cristiano que arregla jardines en Birmingham, dice que votó por Strange porque no le gusta el que Moore haya ignorado órdenes judiciales prohibiendo mostrar los Diez Mandamientos en los juzgados.
"No me molestan los Diez Mandamientos, pero sí que los coloque en su oficina, violando la ley. Para mí, ese tipo de cosas nos hace ver como provincianos retrógrados" , expresó Barry, de 68 años, de Pelham.
A los partidarios de Moore les gusta la idea de enviar a alguien independiente, que no le responde a nadie, a limpiar la "ciénaga" de Washington.
El consultor político republicano David Azbell indicó que la prédica de años de Moore a favor de los Diez Mandamientos lo hizo inusualmente popular en Alabama.
"La percepción es que Moisés apoyó a Roy Moore", comentó Azbell.
Moore superó por nueve puntos a Strange, quien había ocupado temporalmente la banca de Sessions.
Ahora Moore es amplio favorito para derrotar al candidato demócrata, Doug Jones.