Lima. El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, culminó este jueves sus descargos ante el Congreso por el caso de la empresa brasileña Odebrecht, pidiendo no ser destituido para evitar dañar al país.
“El daño no me lo harán a mí, se lo harán al Perú ”, dijo el mandatario de centro-derecha al cerrar su defensa, luego de una larga exposición de su abogado, Alberto Morea.
“Está en sus manos salvar la democracia o hundirla mucho tiempo”, afirmó Kucsynski, agregando: “Soy un hombre honesto, jamás he recibido un soborno, una coima o una prebenda. Ni mi empresa ni yo hemos contratado con el Estado peruano. Jamás incurrí en conflicto de intereses”.
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Tras dos horas y veinte minutos de exposición del presidente y de su abogado, ambos se retiraron del Congreso y los 109 legisladores presentes (de un total de 130) iniciaron el debate previo a la votación sobre la vacancia presidencial.
El primero en tomar a palabra en el debate parlamentario fue el izquierdista Wilbert Rozas, quien afirmó que tanto el presidente como su abogado “no han aclarado nada” y pidió “limpiar el país” de corruptos.
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“Hemos dicho que los corruptos tiene que caer todos”, agregó Rozas, del Frente Amplio, partido que encabezó la propuesta de declarar la vacancia.
Al iniciar su exposición, Kuczynski había dicho que comparecía ante el Congreso para “enfrentar de pie, y dar la cara al país, una acusación falsa”.
“Vengo a demostrar mi inocencia porque al parecer a eso es lo que se me obliga. No gozo de la presunción de inocencia, muchos de aquí han presentado su posición sin escucharme”, añadió el mandatario de 79 años.
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Afirmó también que “lo que aquí está en juego no es la vacancia de un presidente, sino la democracia que tanto le costó al Perú recuperar”.
“No soy corrupto y no he mentido, jamás he favorecido a ninguna empresa, siempre he actuado de acuerdo a ley y a la ética profesional”, agregó, afirmando que mientras era ministro la empresa de su propiedad que prestó asesorías a Odebrecht era gestionada por su exsocio, el chileno Gerardo Sepúlveda.