Moscú. La cámara baja del Parlamento ruso ratificó este miércoles la prolongación por un plazo de cinco años del tratado de desarme nuclear New START entre Rusia y Estados Unidos, que expira el 5 de febrero.
“El acuerdo entre Moscú y Washington queda prorrogado por la máxima duración posible -cinco años- hasta el 5 de febrero del 2026”, dijo la Duma en un comunicado en su página web, un día después del anuncio de un compromiso in extremis entre ambos países.
Un total de 399 de los 450 legisladores votaron a favor de prorrogar el acuerdo y no se registraron votos en contra ni abstenciones. La cámara alta rusa debería dar su visto bueno más adelante este miércoles.
El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó al Parlamento un proyecto de ley para prolongar el acuerdo, tras su primera llamada telefónica el martes por la noche con su nuevo homólogo estadounidense, Joe Biden.
Para Putin, esta prórroga “es sin duda un paso en la buena dirección”, según manifestó durante un discurso en video en el Foro de Davos, en el que estimó que el orden mundial sigue corriendo el riesgo de desarrollarse “de manera imprevisible e incontrolable”.
Indicó que un nuevo conflicto mundial significaría “el final de la civilización”, y trazó un paralelo entre los “desafíos y amenazas” que se multiplican en el mundo y lo ocurrido en los años 1930 que condujo a la Segunda Guerra Mundial.
“La amplitud de las amenazas (en aquella época y hoy en día) es comparable (...) y nada de todo esto favorece la estabilidad, el carácter previsible de las relaciones internacionales”, manifestó, recordando que “la incapacidad de resolver este tipo de problemas condujo a la guerra mundial en el siglo XX”.
Por su parte, Alemania celebró el pacto entre Rusia y Estados Unidos para prolongar por cinco años el acuerdo New START y estimó que aporta “más seguridad” a Europa.
“Al comienzo de este año clave para el desarme y el control de armas, la prórroga es un hito importante”, agregó el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
El Tratado New START, firmado en el 2010, limita a 1.550 en número de ojivas nucleares desplegables por Rusia y Estados Unidos, que controlan los mayores arsenales nucleares del mundo.
El acuerdo se considera como una de las pocas oportunidades de compromiso entre Moscú y Washington, cuyos lazos se han deteriorado drásticamente en los últimos años.