Bagdad. AP y DPA. El mundo árabe elogió ayer a un reportero iraquí que le lanzó sus zapatos el domingo al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en señal de desprecio, al tiempo que miles de iraquíes salieron a las calles para exigir la libertad del periodista, a quien calificaron de héroe.
El periodista Muntadhar al-Zeidi permanecía detenido ayer por los servicios iraquíes de seguridad, y fue interrogado sobre si alguien le pagó para que lanzase los zapatos contra Bush durante una conferencia de prensa, dijo un funcionario iraquí.
Además, se le realizaban exámenes para determinar la presencia de drogas o alcohol, y los zapatos estaban retenidos como evidencia, dijo el funcionario, que habló a condición de anonimato.
Mostrar la suela de los zapatos a alguien en el mundo árabe es señal extrema de falta de respeto y lanzarle los zapatos es aún peor.
Diarios en todo el mundo árabe imprimieron el lunes fotos de Bush esquivando los zapatos, y estaciones televisivas transmitieron repetidamente el incidente, que fue objeto de muchas bromas y elogiado por numerosas personas en la región.
“Se desbarató la esperanza de Bush de vivir una visita de despedida triunfal”, señaló el diario conservador " The Washington Times , lamentando los hechos.
The New York Times se refirió al hecho como un “acto de profundo simbolismo, que refleja las distintas percepciones sobre el hombre que derrocó a Sadam Husein, que ordenó ocupar el país y que llevó libertades de costos inmensos al país, impensables bajo Sadam”.
“Iraq considera el domingo como el día internacional de los zapatos”, decía un mensaje de texto que circulaba en Riad, la capital de Arabia Saudí.
Periodistas palestinos en la ciudad cisjordana de Ramalá bromearon acerca de quién tendría el valor suficiente para lanzarle los zapatos a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice.
El mandatario estadounidense dialogaba con los reporteros el domingo, acompañado del primer ministro de Iraq, Nuri al-Maliki, cuando el hombre gritó en árabe: “Este es un beso de despedida, perro”, y le arrojó los zapatos.
“Esto es por las viudas, los huérfanos y todos los muertos en Iraq”, agregó el periodista.
Bush se agachó para evadirlos y ninguno de ambos mandatarios fue alcanzado por los proyectiles improvisados.
El periodista es corresponsal de la estación de televisión iraquí Al-Baghdadia, con sede en El Cairo.
Como un héroe. La respuesta al incidente de parte de los árabes en las calles era de elogio.
“Al-Zeidi es el hombre”, dijo el empresario jordano Samer Tabalat, de 42 años. “Él hizo lo que líderes árabes no hicieron”.
Ghazi Abu Baker, de 55 años y propietario de una tienda en la ciudad cisjordana de Jenín, afirmó: “Este periodista debería ser elegido como presidente de Iraq por lo que ha hecho”.
La estación de televisión Al-Baghdadia, donde trabaja al-Zeidi, transmitió el lunes repetidamente pedidos a las autoridades para que pongan en libertad al reportero, en tanto mostraba imágenes de explosiones y reproduciendo una música de fondo que denunció la presencia militar estadounidense en Iraq.
El mandatario estadounidense visitó el domingo la capital iraquí cuando le faltan apenas 37 días para que herede la guerra a su sucesor, el presidente electo Barack Obama, quien ha prometido acabar con el conflicto.