La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció en una conferencia de prensa que ampliará la lista de profesionales extranjeros que podrán solicitar inmediatamente su estatus de residente, con el fin de atraer a unos 75.000 trabajadores de otros países para cubrir la falta de mano de obra en el mercado nacional.
Nueva Zelanda, así como otros países, está experimentando una fuerte escasez de mano de obra, “el principal problema al que se enfrentan las empresas neocelandesas contribuye a la presión del costo de vida”, indicó el ministro de Inmigración, Michael Wood.
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Desde la reapertura de las fronteras tras el levantamiento de las medidas por el coronavirus, las autoridades apoyan a las empresas a cubrir estas demandas. Se aprobaron más de 94.000 puestos de trabajo para la contratación internacional y se han concedido más de 40.000 visados de vacaciones con trabajo, reportó Wood.
“Necesitamos atraer trabajadores cualificados a nuestras costas con salarios, condiciones y seguridad. Así que, en conversación con las empresas y grupos del sector, estamos expandiendo nuestro plan para convertir Nueva Zelanda en el lugar más atractivo del planeta para vivir”, indicó Ardern.
Nueva Zelanda es “el mejor lugar para vivir, trabajar y divertirse”, declaró Ardern a la prensa. “Tenemos que ser tan competitivos como podamos”.
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Entre las medidas anunciadas, a partir de este jueves la “lista verde” de inmigración, que permite a los trabajadores cualificados de estos sectores con escasez de mano de obra obtengan el visado de residente, se ampliará para incluir a profesionales que van desde los sectores sanitarios, educativos, hasta de construcción. El plan que busca ofrecer una ventaja competitiva en un entorno global altamente competitivo y aumentar el atractivo del país, explicó el diario argentino La Nación.
“A partir del jueves, las enfermeras y matronas tituladas tendrán una vía inmediata de residencia, incluidas las que ya están en Nueva Zelanda”, informó Wood.
La organización de enfermeras de Nueva Zelanda calcula que el país necesita unos 4.000 enfermeros más.
El ministro de Salud, Andrew Little, ya había advertido este año que Nueva Zelanda necesitaba centenares de trabajadores sanitarios para el área de la salud mental.
A estas profesiones se suman otras diez que incluyen profesores de niveles de primaria y secundaria, supervisores de construcción civil, operadores de maquinaria, mecánicos especializados en motores, técnicos de telecomunicaciones, entre otros detallados en la lista oficial.
“Escuchando las preocupaciones de estos sectores y colaborando con ellos para adoptar medidas viables que liberen mano de obra adicional, sabemos que estas medidas ayudarán a colmar las lagunas de cualificación, a medida que las empresas se esfuerzan por lograr formas de funcionamiento más productivas y resistentes”, detalló el ministro.
En paralelo, la aerolínea Air New Zealand aumentó el jueves su previsión de beneficios para la primera mitad del año fiscal 2023, ayudada por la fuerte demanda de viajes en sus redes nacionales e internacionales y un descenso en los precios del combustible para aviones.
El aumento de la previsión de beneficios sigue a una moderación en los precios del combustible en las últimas semanas y asume que la aerolínea volará alrededor del 75% de sus niveles de capacidad pre-Covid en toda la red en diciembre, según Air New Zealand.
Unas 97.000 personas buscan trabajo actualmente en Nueva Zelanda, cuya tasa de desempleo es del 3,3%.