Bogotá. AFP. La reelección del presidente Juan Manuel Santos encamina a Colombia hacia la paz , al confirmar por mandato popular el avance de la negociación con la guerrilla para acabar con un conflicto armado que divide al país desde hace medio siglo.
El camino está abierto al diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), últimos grupos guerrilleros con 8.000 y 2.500 combatientes, según las autoridades.
Santos, cuya coalición de centroderecha ya había obtenido en marzo la mayoría relativa en el Congreso, superó un nuevo impedimento al vencer en la segunda vuelta de la elección presidencial , con 50,95% de los votos, al candidato de la oposición, el derechista Óscar Iván Zuluaga , muy crítico de las conversaciones con los rebeldes.
En su discurso de victoria, Santos, un economista de 62 años proveniente de familia influyente en la política, se comprometió a conseguir una “paz justa” y sin “impunida”. “Tendremos que dar pasos difíciles para asegurar que no solo sea justa sino duradera”, dijo.
El expresidente Belisario Bentancur (1982-1986), celebró el triunfo de Santos en declaraciones a Caracol Radio : “Hoy estamos estrenando inminencia hacia la paz, cercanía de la paz para bien de todos los colombianos”.
“El proceso de paz sale fortalecido tal como está siendo negociado y cada vez se ve más viable. Incluso las FARC y el ELN salen fortalecidas como negociadores”, aseguró Jorge Alberto Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (Cerac).
Sin embargo, para Santos sería un error cantar victoria antes de tiempo. Su caudal electoral, de 7,8 millones de votos revela un apoyo relativo en un país de más de 47 millones de habitantes, con una abstención superior al 47%.
“La ventaja es clara y la diferencia es significativa, pero el resultado estuvo marcado por las personas que votaron por Santos convencidas de que el proceso de paz siga y no necesariamente convencidas por el gobierno de Santos”, dijo el politólogo Felipe Botero, profesor de la Universidad de los Andes.
Respaldo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó ayer al gobierno colombiano y a las guerrillas a “concluir con éxito lo antes posible las negociaciones de paz para poner fin al conflicto armado más largo en América Latina”.
Garante de las conversaciones con las FARC que se realizan en La Habana desde noviembre de 2012, Noruega saludó también esta “oportunidad histórica de lograr la paz”. Santos tiene una “buena plataforma para continuar las negociaciones”, señaló Boerge Brende, jefe de la diplomacia noruega.
El reelecto presidente recibió también el apoyo de su par de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y de Ecuador, Rafael Correa, quien dijo que habló con Santos para desearle “toda la suerte del mundo”.
Santos, quien jurará en agosto junto con la reanudación de la actividad legislativa, tiene el reto de precisar su estrategia luego de haber acordado alianzas con partidos de izquierda en nombre de la paz.
Por su parte, la oposición anunció que seguirá exigiendo que las FARC no solo cesen las hostilidades, sino también abandonen el uso de minas antipersonales, el reclutamiento de menores, los secuestros y las extorsiones.