Jerusalén. El ejército israelí desplegó por primera vez en su ofensiva en Gaza una nueva tecnología militar basada en la inteligencia artificial (IA), que principalmente sirve para frustrar los ataques y localizar los túneles subterráneos del movimiento islamista palestino Hamás.
La primera alusión a esta tecnología la hizo el portavoz del ejército, Daniel Hagari, cuando en enero declaró que las fuerzas israelíes operaban “simultáneamente sobre y bajo tierra”.
En particular, la IA ayuda al ejército israelí a cartografiar la vasta red de túneles subterráneos de Hamás en Gaza, precisó un alto responsable de defensa.
Estas nuevas herramientas suponen un rayo de esperanza para la industria tecnológica israelí, lastrada por la guerra. En 2022, el sector representaba el 18% del Producto Interno Bruto (PIB). Pero desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, alrededor del 8% de su mano de obra fue movilizada para combatir.
“La guerra en Gaza en general trae consigo amenazas, pero también oportunidades de probar las tecnologías emergentes en el terreno”, apunta Avi Hasson, director general de Startup Nation Central, una organización de tecnología israelí.
“Tanto en el campo de batalla como en los hospitales, nunca antes se usaron algunas de las tecnologías utilizadas en esta guerra”, asegura.
Sin embargo, no sirvieron para impedir la muerte de decenas de miles de civiles en Gaza, recuerda Mary Wareham, experta en armamento en la ONG Human Rights Watch.
En diciembre del 2023, más de 150 países apoyaron una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que identifica “serios desafíos y preocupaciones” en las nuevas tecnologías militares, incluyendo “la inteligencia artificial y la autonomía en los sistemas de armas”.
Rastrear drones
La guerra en Gaza se desencadenó el 7 de octubre del 2023 cuando milicianos islamistas de Hamás mataron en un ataque en suelo israelí a más de 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance basado en cifras oficiales israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una vasta ofensiva militar en la Franja de Gaza, que ya mató a 27.947 personas, principalmente mujeres y menores, según el movimiento palestino, que gobierna el enclave desde 2007.
Como muchos otros conflictos actuales, esta guerra se vio marcada por la proliferación de drones de bajo costo, que hacen más fáciles los ataques aéreos. Hamás utiliza muchos de estos aparatos para arrojar explosivos.
Israel, cuyo sistema de defensa Cúpula de Hierro intercepta cohetes y misiles, encontró una nueva tecnología para derribarlos: una mira óptica dotada de IA, fabricada por la empresa emergente israelí Smart Shooter y colocada en fusiles o metralletas.
“Ayuda a nuestras fuerzas a interceptar drones”, ya que “convierte a cualquier soldado, incluso ciego, en un francotirador de élite”, estima el alto funcionario de defensa.
Líder mundial
Israel utiliza igualmente la IA para cartografiar los innumerables túneles donde, aparentemente, los milicianos de Hamás esconden y retienen a los rehenes.
Una red subterránea tan grande que el ejército israelí la denominó “el metro de Gaza”. Al menos 1.300 túneles se extienden a lo largo de más de 500 kilómetros, según un reciente estudio de la academia militar estadounidense West Point.
Para cartografiarlos, Israel utiliza drones con IA que pueden ir bajo tierra, en especial un modelo fabricado por la empresa emergente israelí Robotican, encapsulado en una caja robotizada.
Se utiliza en Gaza “para penetrar en los túneles y ver hasta donde permita la conexión”, según el alto responsable israelí de defensa.
Aunque el conflicto genera numerosas dudas en cuanto al respeto de los derechos humanos, permite a Israel reforzar su estatus como líder mundial en la fabricación de sistemas de defensa de vanguardia.
The Wall Street Journal informó en enero que Estados Unidos, el principal aliado de Israel, le proporciona cada año miles de millones de dólares en ayuda militar y que está formando a sus soldados para derribar drones con ayuda de la tecnología Smart Shooter.