La historia de Centroamérica de 1950 al 2018 muestra una región con luces y sombras y para María Castro, directora adjunta de la Comisión Económica para América Latina-México y coordinadora del libro “Patrones de Desarrollo Económico en los seis países de Centroamérica (1950-2018), una de esas luces es el ejemplo del Estado costarricense.
“En la gran diferencia entre Costa Rica y el resto de países, y la gran diferencia en resultados, una de las razones es la fortaleza de su Estado y que ese Estado es histórico, ahí tiene sus raíces en los años 1940 y 1950 y es algo que no tienen el resto de los países, esa es una luz que siempre señalamos en Centroamérica”, dijo Castro.
La funcionaria vino al país para presentar el libro, donde precisamente, uno de los patronos estructurales que han mejorado aquí se refiere a la productividad laboral, donde entre el 2010 y 2018, el crecimiento promedio de este indicador fue del 3,1%, de los mejores datos desde los 60.
LEA MÁS: Trabajadores costarricenses dieron un salto en su productividad a partir del 2010
–Usted mencionó que la situación que está viviendo la región no debería desanimarnos y que este estudio viene a ser un faro de luz en un momento complejo, ¿en qué sentido es un faro de luz?
–Ilumina la región en el sentido de identificar los patrones de desarrollo en cada uno de los países y en identificar lo que cada uno de los países ha hecho bien y ha hecho mal.
”Como mencionan, al final de los capítulos, los autores nacionales se identifican luces y sombras de esa trayectoria de más de 70 años y para poder ver hacia adelante pensamos siempre que es necesario ver nuestras historias para poder determinar cuales son los desafíos que tenemos que enfrentar en el futuro y aprender para poder poner en práctica lo positivo y hacer una minimización de las cosas negativas que han sucedido en ese trayectoria histórica tan larga”.
–¿Qué hemos aprendido?
–Primero, identificamos que a pesar de que hay una gran desintegración en la región, a pesar de que ha habido una divergencia en los patrones de desarrollo como identificamos, hay dinámicas totalmente distintas, podemos identificar las luces, que es por ejemplo, la presencia del Estado, la importancia, que tiene un Estado fortalecido, amplio, con capacidades para poder establecer contrapesos.
”En la gran diferencia entre Costa Rica y el resto de países, y la gran diferencia en resultados, una de las razones es la fortaleza de su Estado y que ese Estado es histórico, ahí tiene sus raíces en los años 1940 y 1950 y es algo que no tienen el resto de los países, esa es una luz que siempre señalamos en Centroamérica, pero que debemos se ser más persistentes en tomar esa lección para que todos los países pueden fortalecer a sus estados y la misma Costa Rica como una lección para poder avanzar en los desafíos que actualmente enfrenta”.
–En Centroamérica políticamente ha sido difícil la integración; sin embargo, económicamente se ha integrado mucho más. ¿Cómo lo evalúa?
–Esa es otra de las luces, y también tiene sus sombras, porque precisamente una de las luces es el hecho de que hay una gran integración comercial, hay un pujante comercio interregional, los socios regionales para algunos países, como mencionó ahora uno de los comentaristas, para Costa Rica el segundo socio comercial más importante es Centroamérica.
”Otra de las luces también en que hay grupos corporativos integrados que tienen negocios en toda la región y tienen un mercado mucho más ampliado, pero también están las otras y es esa desintegración política; y también los beneficios que se generan para toda la población, no existen niveles de desarrollo similares en la región y es por ello que muchas personas optan por la migración, por salir de sus países de origen, principalmente a los Estados Unidos y principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras y luego de Nicaragua hacia otros lugares, como Costa Rica.
”No hay una integración real del mercado laboral en la región porque a pesar de tener unos pases libres para poder movernos en toda la subregión, no hay permisos laborales que permitan a las personas trasladarse de un lugar a otro para poder tener trabajos dignos en otros lugares, entonces ese es uno de los retos más importantes.
”Aquí se mencionó la educación como uno de los pilares y líneas maestras a priorizar en nuevos estilos de desarrollo. Y la educación es una de las formas en donde la subregión se podría integrar culturalmente (...) podría ser que Costa Rica sea el hub de educación de toda la región por ejemplo, me animo a señalarlo, no es algo que hayamos escrito en el libro, pero es una de las formas en las que la región puede integrarse en otros niveles distintos, que pueden ser el detonante de la integración política”.
–¿Cuáles son algunas ideas que usted considera quedan, después de repasar la historia, para mejorar hacia adelante?
–Yo creo que una de las lecciones más importantes, y lo señalamos ahora en el contexto global, es que es probable que estemos en el final de la “hiperglobalización”, en donde las fortalezas de tener industrias estratégicas, o sectores desarrollados de forma estratégica más cerca, es más importante por la disrupción que hubo a nivel global de todas las cadenas de distribución, eso por un lado, la pandemia lo desnudó.
”Pero por otro también, pudimos ser capaces de mantener dinámico un sector comercial que hizo que la pandemia no afectara tanto en términos comerciales y económicos a toda la región porque se basó en algo que ya estaba fortalecido, hubo acuerdos para que el cierre de fronteras a las personas no la afectara para los flujos de comercio.
”Hay mucho que hacer todavía para poder desmantelar toda la protección arancelaria a lo interior, para poder perfeccionar las cosas que funcionan bien, y los otros aspectos son, por ejemplo, las cosas que nos unen, hay problemas comunes que nos unen: el problema del cambio climático, somos la subregión más vulnerable de los efectos de cambio climático, podemos en conjunto negociar mejor un acceso a fondos verdes internacionales si lo hacemos juntos y si nos convertimos, como Costa Rica, en un gran centro de biodiversidad global, hay cosas positivas que podemos rescatar”.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/JSDPQKT4C5A43ESGJGNM73GMWE.jpeg)
María Castro, directora adjunta de la Cepal México el 18 de mayo pasado en el Colegio de Ciencias Económicas. (JOHN DURAN)