La red social china TikTok fue multada el martes con $15,9 millones por el regulador digital británico, el ICO, por uso “ilegal” de datos personales de niños, según un comunicado.
ICO estima que TikTok, recientemente restringido en varios países, permitió que hasta 1,4 millones de niños menores de 13 años en el Reino Unido abran una cuenta en su plataforma en 2020, contrariamente a sus normas oficiales, y también señala el uso de sus datos sin el consentimiento de sus padres.
La investigación del ICO reveló que TikTok no había realizado “verificaciones adecuadas para identificar y cancelar las cuentas de niños” que no tenían la edad necesaria para utilizar su plataforma, a pesar de que algunos directivos habían planteado inquietudes internas al respecto, detalla el comunicado.
“En el Reino Unido existen leyes para garantizar que nuestros niños estén seguros en el mundo digital y TikTok no las respetó, comentó John Edwards, comisario de información del Reino Unido, citado en el comunicado.
La Casa Blanca, la Comisión Europea, los gobiernos canadiense, británico y australiano prohibieron recientemente a sus funcionarios utilizar TikTok en sus teléfonos profesionales.
El Parlamento noruego hizo lo mismo la semana pasada, así como el ejército sueco.
Washington acusa a TikTok, filial del chino ByteDance, de servir de herramienta en Pekín para espiar y manipular a los estadounidenses.
Prohibición en Australia
Por su parte,Australia anunció el martes que prohibirá la aplicación TikTok en los dispositivos gubernamentales por cuestiones de seguridad, sumándose a la lista de países occidentales que adoptaron la misma medida.
El fiscal general Mark Dreyfus dijo que la decisión sigue el consejo de las agencias de inteligencia del país y se aplicará “tan pronto como sea viable”.
Dreyfus explicó que el gobierno aprobaría algunas excepciones “caso por caso” pero estableciendo medidas para atenuar los riesgos de seguridad.
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Expertos de ciberseguridad advierten que la aplicación, con más de 1.000 millones de usuarios, puede usarse para recoger datos que luego se comparten con las autoridades chinas.
Pekín condenó la medida, y dijo haber protestado oficialmente ante las autoridades australianas.
“Pedimos a la parte australiana que respete sinceramente las normas de la economía de mercado y los principios de competencia leal, y que facilite a las empresas chinas un entorno comercial justo, transparente y no discriminatorio”, declaró a la prensa Mao Ning, portavoz de la cancillería china.
Las encuestas estiman que hasta siete millones de australianos usan la aplicación, lo que supone un cuarto de la población.
A comienzos de año, el gobierno australiano también anunció que iba a prescindir de cientos de cámaras de seguridad producidas en China de las oficinas de políticos debido a preocupaciones de seguridad.
Los temores se sustentan en una ley china de 2017 que obliga a las empresas locales a entregar a las autoridades, previo pedido, datos personales que tengan que ver con cuestiones de seguridad nacional.