La Asamblea Legislativa aprobó, el 21 de febrero pasado, en segundo debate, un proyecto de ley en el cual el Ministerio de Hacienda toma el control del presupuesto de 61 entidades, con lo cual la Contraloría General de la República prevé una reducción del déficit fiscal de 0,33% de la producción interna, que para el 2018 son unos ¢115.000 millones.
En el 2017 el déficit (exceso de gastos corrientes sobre ingresos corrientes) del Gobierno Central alcanzó un 6,2% de la producción.
Según la viceministra de Hacienda, encargada del gasto y Tesorera Nacional, Martha Cubillo, con este proyecto, más los planes de impuesto sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se discuten en la Asamblea, que generarían ingresos por cerca de 1,4% de la producción, podrían tener un ahorro total de unos ¢700.000 millones al año.
“Si la Tesorería tuviera ¢700.000 millones más, serían ¢700.000 millones menos de colocación, ¢700.000 millones de menor presión y por tanto menores tasas de interés (...) y se detiene el crecimiento abrupto de la deuda”, comentó Cubillo.
Además de los ahorros, la contralora general de la República, Marta Acosta, explicó que con la ley también esperan generar una mayor transparencia, rendición de cuentas al fortalecer la capacidad de control político del Poder Ejecutivo y además eliminar duplicidades.

¿Cómo baja el déficit?
Las entidades que abarca el proyecto (expediente 20.203) se denominan los órganos desconcentrados del Gobierno Central. Estas tienen actualmente mayor flexibilidad en el manejo de su presupuesto, lo cual se hizo con la intención de acelerar su trabajo; no obstante, según la Contraloría, entidad que presentó el proyecto en el 2016, el mecanismo le terminó restando control al Ministerio de Hacienda.
Entre los órganos más grandes en el manejo de recursos se encuentran: el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), el Fondo Nacional de Becas (Fonabe), la Junta Administrativa del Registro Nacional, y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación del Ministerio del Ambiente y Energía y en términos de cantidad destacan los ocho órganos adscritos al Ministerio de Cultura.
Lo que el plan hace es cambiar el mecanismo de aprobación de los presupuestos.
Actualmente, cada órgano hace su presupuesto y el monto global del mismo se incluye como una transferencia dentro del plan de gasto de cada ministerio. Luego el Ministerio de Hacienda consolida todos los planes y elabora el presupuesto ordinario de la República que aprueba la Asamblea Legislativa.
Con este mecanismo, ni Hacienda, ni los diputados revisan las partidas de ingresos y gastos de los órganos. Esta labor la hace luego la Contraloría General de la República que aprueba de nuevo los presupuestos de los órganos a partir de cierto monto.
En el 2016, según citó la Contraloría en la exposición de motivos del proyecto, los presupuestos de los órganos desconcentrados aprobados alcanzaron los ¢1.294.980 millones aprobados, lo cual representó un 16% del presupuesto aprobado del Gobierno Central.
Según la Contraloría, en el período 2011-2015, estos órganos ejecutaron un 62% del presupuesto asignado, mientras que el Gobierno Central (incluye principalmente los ministerios) un 94%.
"El modelo propuesto eliminaría las transferencias de presupuesto nacional hacia los órganos desconcentrados porque sus asignaciones de recursos estarían dentro del presupuesto y por tanto el monto ejecutado, corresponderá a lo efectivamente gastado por estas instituciones", explicó la Contraloría en el documento.
Además algunos de los órganos desconcentrados cuentan con ingresos propios, los cuales van a aumentar los ingresos totales del presupuesto ordinario al ser incorporados a él.