Washington. El mercado laboral de Estados Unidos superó las expectativas en enero con la creación de más de 350.000 empleos a pesar de las altas tasas de interés, según los datos publicados este viernes por el gobierno.
La resiliencia del mercado de trabajo puede ser positiva para el presidente Joe Biden de cara a la campaña electoral en la que buscará un segundo mandato.
La mayor economía del mundo creó 353.000 puestos de trabajo el mes pasado, frente a los 333.000 revisados de diciembre, lo que representa el doble de lo esperado por los analistas, que anticipaban 175.000 puestos nuevos, según el consenso de Briefing.com.
La tasa de desempleo se mantuvo en 3,7%, informó el Departamento de Trabajo.
“Es una excelente noticia para las familias trabajadoras que los salarios, la riqueza y los empleos estén en niveles más altos que antes de la pandemia. No dejaré de luchar para reducir los costos”, dijo Biden en un comunicado.
Los salarios aumentaron más que lo previsto, 0,6% respecto al mes anterior. Comparado con el mismo período del año pasado, el salario medio por hora creció 4,5%.
Los servicios profesionales y de negocios fueron las áreas donde más se crearon empleos, junto con la salud y el comercio minorista, mientras que en la minería, así como la industria de extracción de petróleo y gas, los puestos disminuyeron, según las cifras oficiales.
La confianza de los consumidores estadounidenses en la economía de su país alcanzó en enero su nivel más alto desde julio de 2021, gracias a una mejora de la perspectiva sobre la inflación, según una estimación de la Universidad de Michigan divulgada también este viernes.
Mercado laboral resiliente
El último año, la solidez del mercado laboral ayudó a mantener el gasto de los consumidores y el crecimiento, incluso con el alto costo de los préstamos. El buen comienzo en este año apunta a que el mercado laboral seguirá impulsando la economía.
El panorama se perfila más complicado para la Reserva Federal (FED) que viene intentando combatir la inflación con aumentos de las tasas de interés para aliviar la demanda.
Entre marzo de 2022 y julio de 2023, la Fed subió 11 veces sus tasas con el objetivo de encarecer el crédito, lo cual frena el consumo y la inversión, mitigando presiones sobre los precios. Este año, la FED considera iniciar un ciclo de recortes.
Pero su presidente, Jerome Powell, afirmó el miércoles que los recortes no comenzarán hasta que haya una “mayor confianza” en que la inflación se encamina de forma “sostenible” hacia su objetivo de largo plazo de 2% anual.
Aunque Powell dijo a periodistas la semana pasada que un crecimiento fuerte y un mercado laboral robusto no implica necesariamente un problema para las autoridades monetarias, un sector demasiado activo podría obstaculizar el combate a la inflación.
Señales de preocupación
Pero detrás de los números positivos hay sin embargo “indicadores preocupantes de debilidad”, señaló Julia Pollak, economista-jefe de ZipRecruiter.
“El promedio de horas semanales de trabajo cayó a su nivel más bajo desde la recesión de la pandemia”, afirmó en un comunicado. Las horas semanales disminuyeron a 34,1, un mínimo desde 2010, sin contar el período pandémico.
“Cuando la demanda de los consumidores disminuye, las compañías normalmente recortan horas de los trabajadores antes de recortar su plantilla. La lectura al día de hoy de las horas de trabajo enciende una señal de alerta para la economía de que podrían avecinarse recortes de empleos”.
Mientras tanto, los esfuerzos para enfriar la economía todavía pueden estar sintiéndose en algunos sectores.
La consultora North of Allianz Trade advirtió que los efectos de las subidas de tasas tardan de “tres a seis trimestres” para sentirse, y la última alza fue en julio del año pasado.
Analistas estiman que los datos económicos harán que la FED espere hasta su reunión de mayo para empezar a recortar las tasas.
“Esto dependerá de que la inflación continúe cayendo”, dijo Mike Fratantoni, economista jefe de Mortgage Bankers Association.