El cuarto jueves de noviembre se celebra el Día de Acción de Gracias, una tradición que se inició en la cultura estadounidense y que ha venido extendiéndose en el mundo y Costa Rica no es la excepción. La celebración que se originó hace 402 años luego de la llegada de los colonos ingleses a Estados Unidos, tiene su centro de atención en la cena familiar donde el pavo es el protagonista.
Detrás de esta tradición, los números muestran cómo en Costa Rica, el valor de las importaciones de carne de pavo se incrementó 54% entre el 2018 y 2022, ubicándose en $1,7 millones el año pasado, revelan datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
En el 2023, la cena de Acción de Gracias tendrá lugar este jueves 23 de noviembre. Sin embargo, el consumo de la carne de esta ave, sea que se compre fresca, congelada o lista para consumir, también se ha ganado un espacio en celebraciones de fin de año, según afirman los distribuidores en Costa Rica.
Edwin Dussan, encargado de Mercadeo y Ventas de Carnes Don Fernando, confirma que la demanda ha venido en aumento. Él considera que la celebración de Acción de Gracias se empezó a instalar en la cultura tica, y aunque prefirió no precisar la cantidad de aves que venden en la temporada, señala que definitivamente hay un incremento en las ventas en comparación con otros años.
De acuerdo con un monitoreo realizado por La Nación, el precio del kilo de pavo entero se ofrece entre ¢2.646 y ¢6.935, y el valor depende del establecimiento y de la presentación, si es congelado o fresco.
En cadenas de supermercados como Auto Mercado, Walmart y Perimercado, el kilo de pavo congelado se cotiza entre ¢2.646 y ¢4.900, según reflejan los precios publicados en línea y consultas realizadas. El peso promedio va de cinco a seis kilos.
En el caso de Auto Mercado, las importaciones se realizan desde Estados Unidos durante noviembre y diciembre, que son los meses de mayor demanda del producto, indica Carlos Campos Landergrin, gerente de Perecederos de esta cadena.
En el caso de PriceSmart, la cadena no comercializa pavos enteros, responde Marco Torres, gerente general.
En Atenas, Alajuela, el supermercado de Coopeatenas también ofrecía el producto congelado a ¢4.483 por kilo. Ademar Ramírez, encargado de la tienda explica que en la zona reside población extranjera, principalmente europea, de ahí la necesidad de tener el producto.
También la demanda por este alimento fresco o preparado está aumentando. Carnes Don Fernando ofrece el kilo de pavo fresco en ¢6.935, con un peso por ave que oscila entre siete y nueve kilos. Cocinado se cotiza en ¢15.900 por kilo con un peso de 5,5 kilos aproximadamente, explica Dussan.
El producto preparado también es ofrecido con salsas, ensaladas y postres con precios adicionales, indica el representante de Don Fernando, por lo que el paquete completo para 14 personas se ubica entre ¢100.000 y ¢120.000.
Pavo e ingredientes bajan
Este año el precio del pavo al consumidor se encuentra ¢3.000 más barato respecto al año pasado, señala Dussan y considera que se debe a que hay mayor existencia del producto, que es importado desde Estados Unidos.
Pero además del pavo, algunos ingredientes perecederos para acompañar la cena reflejan menores costos que el año pasado a excepción del tomate y el camote. Cebolla amarilla, papa blanca, elote, chile dulce y zanahoria están con menores precios respecto a la segunda semana de noviembre del 2022, de acuerdo con el registro del Servicio de Información de Mercados (SIM) del Consejo Nacional de Producción (CNP).
El comportamiento en los precios de estos productos también se observa en los resultados de la más reciente referencia de la variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC) del mes de octubre, respecto al mismo periodo del año anterior, que registra el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
¿Por qué se importa el pavo?
En Costa Rica no hay industrialización para la producción de pavos debido, principalmente, a temas de costos frente a una poca demanda, comenta William Cardoza, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Avicultores (Canavi).
Recuerda que un par de décadas atrás funcionó una empresa de este tipo, pero que no se desarrolló debido a que la demanda generalmente se ha concentrado en la población extranjera y además que el consumo está enfocado en las celebraciones del Día de Acción de Gracias y la temporada navideña.
Explica que por estar focalizado en una temporada, realizar inversiones en la crianza e industrialización de pavos no es visto como una opción. De ahí que la oferta es garantizada por importaciones. De acuerdo a datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), las importaciones de preparaciones y conservas de carne o despojos de pavo, pasó de $1,1 millones en el 2018 a $1,7 millones en el 2022.
Según aclaró Procomer, por medio de su oficina de prensa, esta es la partida arancelaria en la que se registra toda la carne de pavo y sus derivados que ingresan al país. Hasta julio pasado las importaciones totalizaban $1,1 millones, el mismo dato del total importado en el 2018.
Cardoza argumenta que la crianza de pavos requiere alta inversión en bioseguridad para proteger a la población de enfermedades y por otro lado, en el ámbito nacional todavía no hay demanda constante de este producto.
La producción industrial de pavo para consumo se logra con variedades específicaspor medio de mejoras genéticas, explica Catalina Salas, zootecnista de la Universidad de Costa Rica (UCR) y debido a su tamaño, tarda mucho más tiempo en salir al mercado, una vez logrado el peso adecuado. La crianza de engorde tarda entre 14 y 20 semanas, mientras que la del pollo no supera las seis semanas.
En Costa Rica existe la variedad de pavo de patio, conocido como chompipe. Sobre el inventario, Salas indica que no hay un dato actualizado. Al respecto, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), dice carecer de información, de acuerdo con la respuesta de la oficina de prensa de la entidad.
El chompipe se clasifica en la misma familia de los pavo reales y los faisanes, concluye Salas, especialista en ciencias avícolas y docente investigadora.