Viena. Arabia Saudita y Rusia, los dos países que lideran la alianza de países exportadores de petróleo OPEP+, anunciaron este domingo que extenderán los recortes voluntarios de su producción hasta mediados de 2024 para intentar impulsar los precios.
Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo, “extenderá sus recortes voluntarios de un millón de barriles por día (bpd), que implementó en julio de 2023, hasta el final del segundo trimestre de 2024″, informó una fuente del Ministerio de Energía a la agencia oficial de prensa (SPA).
“Posteriormente, con el fin de mantener la estabilidad del mercado, estos volúmenes de recorte adicional serán revertidos gradualmente en función de las condiciones del mercado”, agregó la fuente del ministerio saudita.
Rusia anunció casi simultáneamente que recortará su producción de petróleo en 471.000 barriles diarios en el segundo trimestre y afirmó que esta decisión fue tomada “en coordinación” con países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La OPEP es un histórico cartel de productores que incluye a Venezuela y que tiene una alianza con otros países liderados por Rusia, conocida como la OPEP+.
Rusia aplicará una reducción voluntaria “adicional” de su producción de 350.000 barriles diarios en abril, 400.000 en mayo y 471.000 en junio, indicó el vice primer ministro ruso encargado de Energía, Alexander Novak, en un comunicado.
En cuanto a las exportaciones, la reducción será de “121.000 barriles diarios” en abril y “71.000″ en mayo, según el ministro ruso.
Irak y otros países se suman
Irak, un peso pesado de la OPEP, anunció que también extenderá sus recortes voluntarios de 220.000 bpd hasta mediados de año, anunció el Ministerio de Petróleo en un comunicado. La decisión fue secundada por los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Kazajistán.
En abril de 2023, varios miembros de la OPEP+ decidieron implementar reducciones voluntarias de la producción en más de un millón de bpd.
Ese anuncio sorpresivo aumentó brevemente los precios del petróleo, pero no logró su objetivo de apuntalar las cotizaciones del crudo de forma duradera, en un contexto de debilidad después de la pandemia de la covid-19.
Posteriormente, en una reunión en Viena de los países de la OPEP+ en junio de 2023, Arabia Saudita marcó la pauta y afirmó que mantendría el recorte de su producción.
Tras la prórroga de este domingo, Riad, capital de Arabia Saudita, producirá cerca de nueve millones de bpd, muy por debajo de su capacidad de bombear 12 millones de bpd.
Rusia se suma a los “esfuerzos”
Por su parte, Rusia ya accedió a un recorte voluntario de su producción de 500.000 barriles diarios anunciado en abril de 2023 y que estará vigente hasta finales de este año, como parte de un esfuerzo de los países de la OPEP+ para atajar la caída de los precios.
La medida busca “fortalecer los esfuerzos de precaución desplegados por los países de la OPEP+ con el fin de apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros”, explicó Novak en el comunicado publicado por el gobierno ruso.
Las ventas de hidrocarburos son un ingreso fundamental para Moscú, cuya economía está orientada a apoyar la ofensiva militar en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022.
Las potencias occidentales aliadas de Ucrania impusieron desde hace dos años sanciones sin precedentes contra Rusia, incluyendo al sector energético, lo que obligó a Moscú a reorientar sus exportaciones hacia Asia, sobre todo a China e India.
Se espera que otros países de este cártel de productores de crudo como Kuwait mantengan una prolongación de los recortes, aunque de menor envergadura.
Los inversores esperaban la extensión de los recortes y antes del anuncio los precios del petróleo subieron el viernes por las expectativas de que se confirmara la reducción de la producción.
El West Texas Intermediate (WTI) estadounidense superó los $80 desde noviembre y el barril de crudo Brent del Mar del Norte alcanzó su nivel más alto en un mes y cerró la jornada con una subida del 2%, a $83,55.
Estos niveles todavía están lejos del precio de casi $100 dólares a finales de setiembre, y muy lejos de los $140 a los que trepó el petróleo tras la invasión rusa a Ucrania en 2022.
La OPEP+ mantiene en sus reservas bajo tierra más de 5 millones de barriles diarios en relación a la oferta de finales de 2022, en un intento por impulsar las cotizaciones.
Pero esta estrategia genera divergencias sobre las cuotas de los distintos miembros y Angola anunció en diciembre que se retira del cartel, justo cuando Brasil anunció se suma como observador a la OPEP+.