El sector privado de la salud en Costa Rica ya puede aplicar la vacuna actualizada contra la covid-19. El Ministerio de Salud informó la mañana de este 25 de marzo de que la semana pasada se aprobaron los registros sanitarios de la vacuna Cominarty, de la casa farmacéutica Pfizer con la empresa BioNTech.
En este momento solo es necesario que los establecimientos privados, como hospitales, clínicas y farmacias, compren el producto para comenzar a aplicarlo. Cualquier persona mayor de seis meses puede recibirla.
En enero pasado, farmacias consultadas dijeron a La Nación que había interés en venderla. No se han dado detalles de su posible precio.
Esta vacuna es monovalente, es decir, se hizo con base en una sola variante. Está diseñada a partir de la subvariante XBB1.5 de la variante ómicron del virus SAR-CoV-2, causante de la enfermedad. Aunque esta no es la variante de principal circulación en este momento, sí ofrece protección contra otras subvariantes de ómicron circulantes, como la JN.1, que sí es la de principal circulación actualmente.
Esta nueva versión utiliza la misma tecnología de las que ya han sido usadas en el país: la ARN mensajero o ARN-m. La tecnología se mantiene, porque esta es solo una actualización. Esta tecnología consiste en inyectar a la persona una porción de la proteína espícula (spike o S, en inglés). Con esta porción de proteína, se le da instrucciones al sistema inmunitario para que produzca los anticuerpos necesarios para reconocer al virus y enfrentarlo en caso de encontrarse con él.
De acuerdo con Salud, una de las diferencias entre estas vacunas es que la Comirnaty Ómicron XBB.1.5 corresponde a una presentación que no requiere dilución, es decir, no necesita ser mezclada o diluida con ningún otro líquido antes de ser administrada.
Al igual que con las versiones anteriores de este fármaco, su propósito no va enfocado en impedir la enfermedad, pero sí sus complicaciones, hospitalizaciones y muertes.
Este biológico se utiliza en Estados Unidos desde setiembre pasado, al igual que Canadá y algunos países de Europa. En América Latina, el primer país en ofrecerlas fue Chile, donde está disponible desde el pasado 3 de diciembre. Pocos días después, México comenzó a aplicarla. La vacunación está abierta a cualquier persona, pero solo en el mercado privado, y la dosis cuesta un equivalente a $50 (unos ¢25.875).
En Panamá y Perú el producto entró semanas después, pero sí se dispone en el sistema público.
¿Qué pasará en la seguridad social?
A finales de enero, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), ente encargado de autorizar las diferentes campañas de vacunación, aprobó el uso de esta versión actualizada para su uso en toda la población a partir de los seis meses.
El 15 de febrero pasado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció que comprará 246.560 dosis. El pedido es de 134.280 para personas de 12 años o más, 85.480 para niños de 5 a 11 y 26.800 para infantes de 6 meses a 4 años. En ese anuncio se indicó que la campaña de vacunación comenzaría en el primer semestre de 2024, pero no se dieron fechas específicas.
De acuerdo con los datos más recientes del Ministerio de Salud, al 16 de marzo se habían reportado de forma oficial 2.994 casos de covid-19 durante el año. Debe tomarse en cuenta que los centros públicos de salud solo realizan esta prueba en 25 áreas de salud, o en caso de brotes, por lo que estos números representan un subregistro.
Además, en este lapso se han dado seis brotes, 818 hospitalizaciones y 74 personas han fallecido producto de las complicaciones de esta enfermedad.