Entre mayor sea la calidad de las relaciones entre padres y adolescentes, mayor autoestima y menores síntomas depresivos tendrán los hijos al crecer y esto, a su vez, les permitirá tener relaciones íntimas de mayor calidad al llegar a la adultez.
Esta es la conclusión de un estudio longitudinal que se hizo analizando los datos de 2.970 personas.
Los científicos exploraron de forma directa e indirecta cómo la calidad de la relación entre padres e hijos durante la adolescencia influyó en la calidad de las relaciones íntimas de los participantes, 15 años después.
"La gente tiende a compartimentar sus relaciones, suele no ver la conexión entre un tipo de relación, como la familiar, y la otra, como la romántica”, dijo, en un comunicado, Matt Johnson, investigador de la Universidad de Alberta, en Estados Unidos.
En su opinión, es importante comprender la contribución que la primera tiene sobre la segunda poder reconocer cualquier tendencia que se desee replicar en la relación íntima y evitar los comportamientos que no.
Johnson subrayó que no se pueden culpar los padres de la situación que se vive porque “todo el mundo tiene un papel que desempeñar en la creación de una relación sana y cada persona tiene que asumir su cuota de responsabilidad”.