El montañista costarricense Warner Rojas no llegó a la cima del monte Everest por segunda ocasión. Su salud no se lo permitió.
“Me empecé a sentir mal en el ascenso al Campo 3. De un momento a otro me abandonaron las fuerzas y no pude avanzar más”, comentó Rojas a La Nación.
Rojas tuvo que ser rescatado por un helicóptero y llevado a un hospital de Nepal. La doctora que lo atendió le dijo que al parecer tuvo un edema pulmonar; fue atendido a tiempo y este apenas era incipiente, por lo que se recupera sin mayores contratiempos.
Sin embargo, esto no es así para muchas personas, pues muchos llegan a fallecer en el Everest. La cuenta en lo que va de 2023 es de 11 fallecidos, la causa más común es precisamente el edema pulmonar.
¿En qué consiste esta afección? En palabras sencillas, un edema es una acumulación de líquido, en este caso, agua en los pulmones. Rojas habría sufrido uno específico llamado edema pulmonar de las alturas o edema pulmonar de altitud, uno común en lugares precisamente como el Everest, el pico más alto del mundo. ¿Por qué es tan común? La Nación explica de la mano de documentos de organismos internacionales de salud y de la cardióloga y especialista en medicina interna Yamilah Bouzid Jiménez.
“Es un padecimiento muy, muy serio. Lo bueno es que, como en estas alturas este tipo de afecciones son frecuentes, hay equipos médicos capacitados para atenderlos a tiempo y trasladarlos a hospital y darles lo que requieran”, destacó Bouzid.
Funcionamiento de los pulmones
Para entender bien el fenómeno del edema pulmonar de las alturas lo primero es recordar cómo funcionan nuestros pulmones. Cada pulmón tiene pequeñas cavidades llamadas alvéolos que podrían compararse con “bolsitas de aire” que son elásticas. Cada vez que respiramos, estas bolsas de aire absorben el oxígeno y liberan dióxido de carbono.
La Clínica Mayo explica que, cuando las alturas son muy elevadas, como en ciertas montañas, los vasos sanguíneos de los pulmones se oprimen entre sí (se contraen), y esto aumenta la presión. Esto ocasiona que el líquido se derrame de los vasos sanguíneos hacia los tejidos del pulmón y luego hacia el interior de los alvéolos.
Bouzid indicó que este padecimiento es más común en hombres que en mujeres.
“Llega a bajar la saturación del oxígeno y esto produce que se contraigan todos los vasos sanguíneos y es normal requerir terapia intensiva”, expresó.
En el caso de Rojas, por la buena condición física, no requirió de terapia intensiva.
Mal de altura
El edema pulmonar de altitud es una manifestación de una enfermedad más compleja, llamada mal de altura. No en todas las personas se presenta igual, a algunas, como a Rojas, se les presenta en forma de edema pulmonar, pero hay quienes tienen otras presentaciones como edema cerebral (líquido en el cerebro) o edemas faciales, dolor de cabeza o sangrados o hemorragias en las retinas.
Sin embargo, de todas estas manifestaciones, la más grave y mortal es el edema pulmonar. Los primeros síntomas coinciden con lo descrito por Rojas: dificultad para respirar, debilidad, mucho cansancio. También puede darse tos, dolor en el tórax y, en algunos casos, se siente una ligera fiebre.
“Puede empeorar rápidamente; puede producirse coma y muerte en pocas horas a menos de que se trate en forma urgente”, destaca el Manual Médico MSD.
En el caso de Rojas, esa atención de emergencia salvó su vida y hace que la recuperación sea rápida.
“Si esto no se atiende a tiempo, la baja oxigenación hace que los vasos sanguíneos sigan contraídos y la muerte puede llegar en poco tiempo”, destacó Bouzid.
Tratamiento
Lo principal para un paciente con esta condición es recibir oxígeno. En algunas ocasiones, también se recetan diuréticos para eliminar el exceso de líquido del cuerpo.
Si el edema fue tratado a tiempo, la recuperación se da en cuestión de horas y la persona no queda con secuelas.
Sin embargo, es probable que quien sufre esta afección una vez, vuelva a enfrentar otro evento, por lo que deberá estar alerta.
El Everest: un destino difícil

Rojas no es la primera persona en experimentar problemas de salud en el Everest. En lo que va del año, cientos de montañistas han requerido hospitalización y 11 personas han fallecido ahí. Rojas estuvo con la víctima más reciente.
“Un montañista de Malasia que iba delante de mí, iba mal, pero trató de seguir. Cuando bajé al Campo Base, a esperar el helicóptero, el cuerpo de esa persona llegó envuelto en su bandera, porque no había soportado el esfuerzo que hizo”, señaló.
Con sus 8.848 metros de altura, la montaña más alta del mundo desafía con su altura, con sus bajas temperaturas y con fuertes vientos. Además, el terreno rocoso expone a fracturas y fisuras.
El geógrafo y escalador Jon Kedrowski dijo a la cadena CNN: “En altura, el cuerpo se deteriora en un cierto nivel”.
La elevación en el campamento base del Everest, explicó Kedrowski, es a 5.361 metros, a esta altura el oxígeno disponible disminuye en un 50%. Por si fuera poco, a mayor altitud, el cuerpo comienza a querer más azúcares y se le hace más difícil digerir las proteínas.
La cardióloga dijo que, además, los rayos solares pegan más directamente y quema la piel y, además, provoca deshidratación.
Bouzid manifesto que cuando los guías de turismo llevan a personas por encima de los 3.500 metros de altura hacen días de adaptación.
“Normalmente cada 500 metros de altura y se quedan 24 o 48 horas, por eso hay campamentos, para que el cuerpo se vaya acostumbrando. Cuando van a descender es igual”, aseguró.
Esto complica la situación para quienes quieren escalar la cima más alta del mundo, aunque no disuade su sueño, pues siguen contándose por cientos quienes lo intentan.