Reyna Cisneros lleva una semana internada en el Hospital México por su terapia para un cáncer en el tejido blando de la pelvis.
Desde ayer, no durmió en un cuarto común con otras mujeres de diferentes edades.
Ella fue la primera en usar un cuarto realmente pensado en sus necesidades como joven de 24 años: una habitación con diseños juveniles en la pared, televisor, juegos de video, computadora, escritorios y hasta un pequeño refrigerador.
“Este cuarto es muy bonito, me hace sentir mejor”, comentó esta vecina de Sabanilla de Alajuela.
Estos cuartos tienen capacidad para cuatro personas, y su baño, adaptado para discapacidades.
Labor. Esta es una iniciativa del Proyecto Daniel, fundación que procura mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer y males crónicos entre los 15 y 24 años.
La agrupación nació con el sueño de Daniel Arce, quien a sus 15 años fue diagnosticado con cáncer en el hueso y cuyo sueño fue crear un lugar óptimo para los jóvenes, lleno de color música y juegos.
Daniel falleció en el 2008 a sus 19 años, pero su sueño se mantuvo vivo gracias a su madre Ligia Bobadilla y a sus amigos quienes han recaudado dinero y puesto trabajo para hacer este sueño realidad.
“No solo les damos cosas para que se sientan a gusto, también los motivamos a seguir y estudiando. Hemos tenido profesores de Matemática e Inglés que llegan al hospital y donan su tiempo”, expresó Bobadilla.
La idea de esta fundación es que los jóvenes puedan compartir el espacio con personas de su edad para que se apoyen en el proceso.
Este es el segundo hospital donde la fundación ha trabajado. El San Juan de Dios también cuenta con dos cuartos así.