La exposición al estrés en los primeros años de vida aumenta la ansiedad al crecer y la preferencia por consumir alimentos ricos en grasa y azúcar en la edad adulta.
Es la conclusión de un estudio difundido por la Society for the Study of Ingestive Behavior (SSIB), donde explica que los “alimentos reconfortantes" son los que se comen en respuesta a la tensión emocional.
“Las respuestas hormonales al estrés crónico en la edad adulta parecen jugar un papel en el aumento de la preferencia para este tipo de alimentos, especialmente en las mujeres”, aseguran los investigadores, cuyo experimento se realizó con ratas.
Las que se criaron en ambientes estresantes, al crecer eran más ansiosas, tenía más respuesta hormonal al estrés (corticosterona) y preferían, en mayor medida, alimentos reconfortantes.