La campaña de vacunación contra sarampión, rubéola y paperas (SRP) continuará durante todo el mes de junio. Costa Rica enfrenta el reto de inocular a 67.906 menores entre los 15 meses y menos de 10 años.
Datos del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) señalan que, hasta el momento, se ha alcanzado al 87,9% de la población meta de 563.015 niños.
El objetivo es cubrir al menos al 95% de los menores de cada área del país. Sin embargo, ninguna provincia ha llegado a esas cifras; la más cercana es Puntarenas, con un 94,7%; seguida de Cartago, con 93,7%. Las provincias restantes no llegan al 90%. Heredia y San José, las dos provincias con menos alcance, no llegan al 85%, con 83,5% y 82,7%, respectivamente.
“Instamos a los padres de familia a acercarse a un centro de salud si su hijo, entre 15 meses de edad y menos de 10 años, no tiene aún la dosis de campaña extraordinaria. Recordemos que las vacunas salvan vidas”, expresó en un comunicado de prensa Leandra Abarca Gómez, funcionaria de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS.
¿Por qué vacunar contra sarampión?

El esquema básico contra SRP incluye una vacuna a los 15 meses y otra más a los cuatro años. Sin embargo, la CCSS es enfática en que, dado el panorama actual a nivel mundial, es necesario aplicar una dosis adicional para asegurar la protección contra estas enfermedades.
Alrededor del mundo, se han registrado un aumento de brotes. En el 2022 los casos aumentaron un 18% y las muertes, un 43%. Para el año pasado no hay datos de mortalidad todavía, pero la incidencia (número de casos nuevos por año) se incrementó en un 79%.
En el 2023, 51 países reportaron brotes de sarampión de gran magnitud, mientras que, en el 2022, la cifra fue de 32.
Por este motivo, las autoridades de salud piden a las familias que se acerquen con los menores a los puestos de vacunación. Están ubicados en todas las áreas de salud de la CCSS. No es necesario acudir al área donde está inscrito el menor; en cada lugar, se inocula sin importar el lugar de residencia. Solo se debe llevar el “librito azul”.
También, hay vacunación en diferentes sitios públicos. Por ejemplo, este fin de semana el Estadio Ricardo Saprissa se convirtió en un vacunatorio, de 8 a. m. a 4 p. m.
Para esta campaña, se inyecta la misma vacuna que se usa en el esquema inicial y cuya eficacia ha sido demostrada durante décadas. Este biológico es de virus atenuados, incapaces de provocar enfermedad. El sistema inmunitario del niño va a activarse y a combatir al patógeno, desarrollando así la respuesta inmunitaria.
Sin embargo, la acción de los grupos antivacunas ha entorpecido las jornadas que se desarrollaron en los centros educativos y guarderías. Dentro de la estrategia, sobresalen correos a todos los directores de escuelas del país, audios y mensajes de texto que también llegaban a los padres de familia.
El sarampión es una de las primeras 10 causas de mortalidad en los menores de cinco años. Por esta razón es que se busca vacunar a los menores de edad, porque son los más vulnerables.
Las campañas extraordinarias contra sarampión se ejecutan aproximadamente cada cinco años. En Costa Rica, la anterior se llevó a cabo entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 y cubrió los mismos grupos de edad. En ese entonces, se llegó al 96% de la población meta.